Lo anticuado de un embargo

(VOVworld) - El pasado día 7 de febrero marcó los 50 años de la política de bloqueo y embargo de la administración estadounidense contra Cuba. A través de medio siglo y 9 presidentes norteamericanos, este es cada día más irrazonable y arcaico, y demuestra el fracaso de la administración estadounidense en su oposición a la Revolución socialista en la Isla. 

El informe de la Oficina General de Contabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO) dio a conocer que el embargo de Washington contra Cuba fue el que provocó más pérdidas entre los 20 aplicados contra los países. Según numerosos observadores, este fue el embargo más integral y largo en la historia contra una nación soberana y reafirmado por las estadísticas recién publicadas por el gobienro cubano. El embargo que duró en los últimos 50 años causó las pérdidas estimadas en unos 975 mil millones de dólares para la economía cubana sin contar el hecho de que actualmente la Mayor de las Antillas aún no es autorizada a importar y exportar productos a Estados Unidos, ni usar el dólar en las transaccinones con sus socios extranjeros y acceder a grandes organizaciones crediticias internacionales. Sin embargo, en realidad, la misma opinión pública norteamericana consideró que este embargo es como “herirse por los mismos filos” o sea, Estados Unididos sufrió más daños que Cuba. Ante todo en el aspecto económico, las compañías norteamericanas no pueden cooperar con la Isla, especialmente en el sector petrolero y de gas muy necesario para su país,  mientras Cuba cuenta con abundantes combustibles naturales. Esto es sinónimo del hecho de que Washington dio ventajas competitivas a las compañías extranjeras.

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Cotidianidad en Cuba

En lo político, el embargo impuesto por Estados Unidos a Cuba desde l962 fue el problema que provocó las discrepancias más profundas entre Estados Unidos y los países latinoamericanos considerados como su traspatio. Casi todos los dirigentes latineamericanos lo consideraron una ingerencia grosera en la autonomía del pueblo cubano y demuestra que Estados Unidos aún quiere elaborar políticas para América Latina y no quiere hacerlas junto a esas naciones. Incluso en los primeros días de este febrero, los 33 estados Suramericanos y caribeños establecieron oficialmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribenos (CELAC) con Cuba como miembro y sin Estados Unidos, con el principio de respetar la democracia, la soberanía y la integridad territorial de todos los estados integrantes, no usar o amenazar con usar la violencia, proteger el medio ambiente, los derechos humanos y las leyes internacionales y restablecer la paz y la seguridad regional. Con el nacimiento de CELAC, los paises considerados como traspatio de Estados Unidos demuestran cada día más su solidaridad con el pueblo cubano.

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Caricatura del embargo económico a Cuba



En la tribuna de la ONU, a lo largo de los óltimos 20 años la mayoría de las l90 naciones miembros exhortaron a Estados Unidos a levantar el embargo contra la Isla en las reuniones de la Asamblea General. En la última votación (octubre de 20ll)  una vez más la Asamblea General reafirmó unánimemente  el apoyo al pueblo cubano y exigió que Washington cesara inmediatamente la política de embargo económico unilateral impuesta al país vecino en medio de siglo pasado. Según los observadores, los efectos contrarios de este embargo consiste en que dasafiando a las dificultades, Cuba se mantiene firme y se desarrolla. Al cierre de 20ll, la economíaa cubana creció 2,7 por ciento. las organizaciones internacionales también opinaron que la Isla obtuvo avances sociales superiores a Estados Unidos como la protección de la salud del pueblo, la educación universitaria y de la enseñanza general. Obviamente el deseo de Estados Unidos de cambiar el color de la Revolución cubana  al aplicar el embargo, fracasó. Ultimamente numerosos políticos norteamericanos percibieron que el mejoramiento de las relaciones Cuba-Estados Unidos debia convertirse en una necesidad y tendencia inminente y en los últimos 3 años de su poder, el presidente estadunidense Barak Obana practicó políticas destinadas a aliviar el embargo contra la Isla como abolir las restricciones de remesas y visitas de los residentes cubanos, autorizar la reanudación de las negociaciones sobre los servicios de correos y la migrasión, y recupertar el intercanbio y la cooperación educativa. Sin embargo, los comentaristas internacionales afirmaron que estos hechos  fueron como echar sal en el mar.

Obviamente en la actual coyuntura, la política de bloqueo y embargo de Estados Unidos contra Cuba es muy atrasada. Si no levanta este ambargo, Washington continuará yendo en contra de la tendencia de la época.

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