Rechazo al acuerdo de seguridad con Estados Unidos: una jugada intencional de Karzai

(VOVworld) – A fines de la semana anterior, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, reafirmó la capacidad de su país de garantizar la seguridad nacional sin las fuerzas internacionales, apagando de esta manera la esperanza de autoridades estadounidenses de firmar el Acuerdo de Seguridad entre los dos países. Analistas estimaron que la postergación de la firma pone a Afganistán ante numerosos desafíos, pese a los cálculos de Karzai.

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El presidente afgano, Hamid Karzai y su homólogo estadounidense,
Barack Obama, en una conferencia de prensa conjunta en 2013

En su último discurso pronunciado ante el Parlamento el 15 de marzo, Hamid Karzai dijo que los soldados estadounidenses pueden abandonar su país a finales de 2014, porque el ejército de Afganistán, que ha controlado el 93% del territorio nacional, está listo a asumir en pleno la responsabilidad de garantizar la seguridad. Reiteró que no firmará el Acuerdo con Estados Unidos, que establece la permanencia de unidades militares en Afganistán tras los últimos repliegues anunciados para fin de año, a menos que se restablezca primero la paz. El mandatario aseguró que las fuerzas afganas de seguridad son capaces de proteger el país sin la protección de Estados Unidos.

Kabul y Washington habían negociado durante meses sobre el Acuerdo bilateral de Seguridad, que permitiría la presencia de 10 mil a 12 mil efectivos norteamericanos en Afganistán después de 2014. En el borrador del convenio, el Pentágono expresó el deseo de que tras esa fecha, los soldados norteamericanos mantengan el derecho absoluto de administrar y utilizar la base aérea Bagram, en el norte de la capital afgana, además del uso de otras 8 bases militares establecidas en ese país.

Garantizar los intereses nacionales

Según dijo el presidente Hamid Karzai, su rechazo se debe a que dicho acuerdo otorga a las fuerzas norteamericanas derechos especiales, tales como la inmunidad ante la ley de Afganistán, la libertad de realizar ataques contra los objetivos del terrorismo y examinar mezquitas y casas. Mientras tanto, observadores estimaron que Karzai se niega a suscribir dicho documento también por su decepción personal en las relaciones con Estados Unidos en sus dos mandatos presidenciales. Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han sido blancos de las repetidas críticas de Karzai quien consideró que las actividades militares de la primera potencia mundial y la coalición atlántica traen inestabilidad a Afganistán y le alejan del objetivo de garantizar la seguridad. Como una base importante de las operaciones anti terroristas de Estados Unidos y sus aliados en toda la región del Centro y Sur de Asia, Afganistán se ha convertido en objetivo de los ataques de represalias, realizados por las fuerzas talibanes y la red de Al Qaeda. Afganistán pidió a Estados Unidos proteger a sus ciudadanos ante los atentados del Talibán, pero su solicitud no fue respondida.

Presiones de seguridad y economía

Tras 12 años en conflictos armados, a pesar del optimismo del presidente Hamid Karzai al declarar el control del 93% del territorio nacional por el ejército, la opinión mundial duda de su capacidad, aunque Estados Unidos ha dedicado varios años a la formación y entrenamiento de este cuerpo. Quizás por esta razón, a finales de 2013, Karzai efectuó una visita a India con la esperanza de recibir de Nueva Delhi una asistencia militar. Firmó además un Acuerdo de Amistad y Cooperación a largo plazo con Irán en política, seguridad y economía.

Además de los intereses políticos, el rechazo del presidente afgano a la firma del acuerdo bilateral de seguridad ejercerá impactos nada pequeños en las asistencias no reembolsables que Estados Unidos le brinda. Estados Unidos propuso dar a Kabul una ayuda financiera de 4 mil 100 millones de dólares a la formación de las fuerzas de seguridad de Afganistán y otros 4 mil millones de dólares, a instalaciones civiles. Pero el país islámico enfrenta el riesgo de perder todas esas asistencias financieras si se resiste a firmar el Acuerdo de Seguridad con Estados Unidos. Sin lugar a dudas, esto dificultará la economía afgana, ante las previsiones no muy optimistas del mercado. Por otra parte, esto puede influir negativamente a la psicología de los inversionistas, preocupados por la seguridad de Afganistán tras el retiro de las fuerzas internacionales.

Al tomar esta decisión, Karzai ha pasado la responsabilidad a su sucesor, después de los comicios del 5 de abril. Observadores estimaron que Estados Unidos no solo desea mantener sus fuerzas en Afganistán, sino además garantizar su presencia militar y sus influencias en esta región estratégica de Asia del sur.

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