(VOVworld) - En estos días, vietnamitas en el extranjero (llamados los Viet Kieu) están regresando al país para celebrar el Tet tradicional. Esta es una ocasión especial para que se reúnan con sus familiares, recuerden costumbres y hábitos, y se sumerjan en la renovación del país con expectativas de contribuir.

Es fácil de percibir la alegría y felicidad en rostros de los hijos que están lejos de la Patria y retornan al país para compartir el Tet. Le Van Duyen de 83 años de edad que se estableció en Estados Unidos desde hace más de 30 años, dijo que casi todos los años vuelve a Vietnam en el inicio del nuevo año lunar. Cada vez que regresa a la tierra de origen revive memorias antiguas en un ambiente cálido con sus familiares. “Nos encontramos con nuestros amigos en un ambiente cordial. Aunque estoy lejos de la tierra de procedencia no abandono a la Patria. Mi Patria está aquí, en Vietnam. Este es mi enfoque. Siempre guardo las prácticas del pueblo vietnamita y nunca olvido la cultura nacional”.

A diferencia del señor Duy, este es el primer Tet después de medio siglo que Nguyen Dich Hoan, residente en Japón puede disfrutar por completo en su país materno. Para él, la casa en la tierra natal representa el alma, característica y sabor del Tet. “Los vietnamitas sienten una devoción especial por la fiesta tradicional. Este es el día de la reunión familiar. Recuerdo que siempre mis padres me recomendaron vestirme bien y permanecer detrás de ellos para ofrendar inciensos a nuestros antepasados. También en los días feriados recibimos el dinero de los mayores por llegar a una nueva edad. Desde que en l965 marché al extranjero para estudiar es ahora que he podido volver. Por eso me siento muy emocionado. Aquí puedo estar en contacto con la naturaleza, costumbres y hábitos del país natal. Todo es muy atractivo”.

El presidente del país Truong Tan Sang saluda a "Viet Kieu"
en un programa en saludo al Tet 2013

Compartiendo el mismo júbilo, Le Kim Oanh que reside en Alemania manifestó: “He vivido 6 años en el exterior y solo celebré un Tet fuera porque para los demás años retorné a Vietnam. En la tierra materna me siento muy relajada, ya que el año solo tiene un Tet y una primavera, y el encuentro familiar es más feliz. El Tet en Vietnam es más animado.”

Junto con el júbilo de la fiesta tradicional, numerosos residentes se muestran contentos ante las transformaciones del país. Nguyen Thi Hoai, una vietnamita que se estableció en Ucrania expuso: “Compartí la fiesta del Año Nuevo Lunar 5 o 6 veces con mis familiares. El país avanza y cada día es más próspero. La vida del pueblo también mejora. El Estado nos presta mucha atención y no sentimos ninguna diferencia con las demás personas en el país. Ahora, los medios de comunicación son muy favorables y con informaciones muy actualizadas, que me hacen sentir cerca del país.”

Los que no tienen oportunidad de retornar a la Patria, para aliviar su nostalgia, participan en los encuentros organizados por las embajadas vietnamitas, preparan las tortas “Bánh chung”, rinden culto a sus ancestros en el “Giao thua” (nochevieja del año nuevo lunar) o llaman por teléfono a Vietnam para felicitar a sus seres queridos. 

El Tet tradicional reviste un importante significado para cada vietnamita. Respecto a la comunidad de residentes en el exterior, los días feriados tienen más valor. Por lo tanto, regresar al país para disfrutar del sabor de la fiesta más importante del año es la felicidad de numerosos de ellos y el Tet también es un puente de enlace para que esos compatriotas se vinculen más a la tierra de origen./.