La casa cultural y biblioteca de la aldea de An Hien. (Foto: VOV)

El poblado de An Hien tiene ahora 396 hogares y mil 484 habitantes. Desde que se unieron al programa nacional de la nueva ruralidad, los agricultores locales juntaron sus parcelas para crear otras más grandes, propiciando así el establecimiento de áreas de producción especializadas. El lugar también cuenta con 72 hectáreas de tierra cultivable y 13 granjas. Además, se han establecido allí varias áreas de producción agrícola, creando cadenas de consumo para elevar el valor de sus productos. Nguyen Van Hung, jefe de la aldea dijo: “Hemos habilitado áreas de producción especializadas, ya sea para la fruticultura, la ganadería o el cultivo del arroz. Es mucho más rentable puesto que cada operación aporta más. Pero también hemos tomado medidas para promover la mecanización del trabajo agrícola y permitir la introducción de nuevas variedades de arroz, con el fin de mejorar el rendimiento y la productividad. Por ejemplo, en la última temporada, plantamos 50 hectáreas de arroz con la variedad QR15, con un rendimiento de 230 a 240 kilogramos por casi 360 metros cuadrados cultivables”.

Para ayudar a los habitantes a desarrollar la economía agrícola, el gobierno local también ha creado tres grupos que ayudan a sus agricultores a obtener un acceso más fácil a los préstamos bancarios. Según Dang Xuan Chien, el jefe adjunto de la aldea, el impacto de estos nuevos modelos de producción es muy claro. Observó: “Antes había sólo pequeñas parcelas esparcidas alrededor de la aldea, por lo que las máquinas no podían o tenían dificultad para acceder a ellas. Eso es lo que nos llevó a crear estas parcelas grandes a las que pueden acceder las máquinas. Además, siempre en términos de innovaciones, yo mismo transformé una parcela de dos hectáreas en una granja que incluye un granero, un estanque y un huerto. Gracias a eso, la ganancia anual de mi familia es de unos 150 millones de dongs”.

Con un ingreso neto equivalente a 6 mil 625 dólares, el nivel de vida de los agricultores de An Hien, como el de Chien, ha mejorado. Además del desarrollo económico, esta localidad ha prestado mayor atención a la restauración de los lugares de culto y obras culturales. Las paredes a lo largo de los caminos de cemento también están cubiertas con bonitos frescos. En las áreas residenciales, todos los caminos están pavimentados con hormigón mientras que el sistema de alcantarillado fue restaurado garantizando así condiciones higiénicas y ambientales. Tran Quang Huy, secretario del Comité del Partido Comunista de la aldea, informó: “Cada poblador hizo su aporte. Así fue como, por ejemplo, pudimos construir un cementerio que aún alberga 300 tumbas. Hay gente que ha cedido terrenos para permitir la construcción de varias obras, entre ellas, un estadio con una superficie de tres mil metros cuadrados, y también la vía principal del poblado que está bordeada de centenares de macetas de buganvilla”.

A la fecha, An Hien ya no tiene hogares pobres. El ingreso anual per cápita ahora es de 58 millones de dongs (2 mil 561 dólares) y se espera que aumente pronto a 60 millones (2 mil 650 dólares). En cuanto a la vida cultural, también ha mejorado considerablemente, para deleite de Tran Quang Dien, una de las personas mayores de la aldea.

“Creamos una biblioteca hace cinco años que ofrece miles de libros que pertenecen a diferentes categorías, desde literatura, arte, deporte, derecho, agricultura hasta ganadería y atención médica. Todo el mundo va allí a leer gratis y a pedir libros prestados”.

Los agricultores de An Hien se unieron para hacer prosperar su tierra natal con el objetivo de lograr cumplir con los estándares avanzados de la renovación rural para finales de 2023 o principios de 2024.