Esta acción se tomó en respuesta a las opiniones expresadas por Zaoralek durante una sesión de la Comisión de Relaciones Exteriores el 21 de junio pasado que clasificaban a los vietnamitas entre los criminales organizados y los consideraban una amenaza para la seguridad de la nación europea. Estas declaraciones provocan efectos negativos a los lazos bilaterales y a la comunidad de coterráneos. 

Lubomir Zaoralek (Foto: AFP/VNA)

En una nota oficial transmitida el pasado día 2 por la encargada de negocios de la embajada vietnamita, Tran Thanh Huong, a Martin Klepetko, responsable de Asia-Pacífico de la cancillería anfitriona, la representación diplomática afirmó que las dos naciones mantienen buenas relaciones de amistad tradicional y cooperación multifacética. 

Recalcó que la comunidad de checos de origen vietnamita, fue reconocida como una etnia minoritaria y ha contribuido de forma significativa al desarrollo socioeconómico del país europeo. En ese sentido, Vietnam rechaza las acusaciones de Zaoralek.

Al recibir la nota oficial, Klepetko afirmó que los dichos de Zaoralek no reflejan la postura de la cancillería ni del gobierno checo. También aclaró que sus declaraciones se produjeron durante una sesión abierta de la Cámara de Diputados y, en consecuencia, no se recogerán en ningún documento oficial. Mientras, la comunidad de vietnamitas en el país europeo repudió la opinión en tanto denota la falta de buena voluntad de Zaoralek hacia Hanoi.