(VOVworld) – La casa sobre pilotes de la minoría étnica Thai simboliza la armonía entre la tierra, el cielo y la naturaleza. Las viviendas de los Thai negros se erigen al lado de las montañas, en la región del Noroeste del país. Cada objeto y rasgo arquitectónico en sus hogares representan la filosofía étnica sobre la vida humana.

La casa sobre pilotes de la minoría étnica Thai destaca por sus rasgos sencillos pero elegantes. Está hecha de bambú y maderas de otros árboles similares con el techo cubierto de hojas de palma y cisca. A diferencia de las viviendas predominantes que requieren el enclavamiento en los empalmes, los hogares de esta etnia necesitan sólo el anudamiento con cuerdas de cortezas del bambú. Mientras la mayoría étnica Kinh usa espigas, los Thai utilizan vigas para las columnas. La arquitectura de las casas sobre pilotes de la minoría étnica Thai se ve sencilla pero sólida. Luong Van Thiet, investigador del Museo Nacional de Etnología reveló: “El techo de la vivienda de los Thai negros tiene la forma de tortuga porque en su concepción, la tortuga les enseña a construir. En el tejado se encuentra el “Khau Cút” o dos barras cruzadas de bambú o madera de diferentes categorías para simbolizar la posición social. Los ricos elaboran el “Khau Cút” en forma de flor de loto que representa la nobleza y el resto sin ningún diseño decorativo. Por su parte, las parejas recién separadas de sus padres construyen su nueva casa con techo en la forma de una mujer embarazada para pedir fertilidad”.

Para los Thai negros, la casa representa una armonía entre la tierra, el cielo y la naturaleza y por eso, el número de espacios y peldaños es impar y cada vivienda tiene dos escaleras, una dispone de nueve escalones para las mujeres y otra de siete escalones para los hombres y visitantes. Hoang Minh Nguyet, experta del Museo nacional de Etnología informó que en la casa de los Thai negros, existen numerosos rasgos representativos de culto al Falo, entre ellos la columna de las barandillas. “En la escalera para las mujeres, si una muchacha es soltera o casada pero no tiene todavía hijo, le toca la columna de las barandillas para pedirle al dios que bendiga el matrimonio y la fertilidad. En cuanto a los hombres, suben por la escalera de mayor tamaño. El número impar de escalones simbolizan la suerte y ahuyentan a los fantasmas”.

Cada espacio de la casa está bien organizado según sus respectivas funciones. El principal ocupa la mayoría de la superficie que es donde los Thai negros colocan su altar. Es también un dormitorio exclusivamente masculino. Por su parte, las mujeres, especialmente las nueras deben inclinarse cada vez que pasan por este sitio que consideran sagrado. El espacio superior se dedica a los padres o sus hijos y el inferior, para las hijas y nueras. Además, la casa de la minoría étnica Thai tiene dos hornos de leña, el principal en el centro de la vivienda para recibir a los visitantes. Entre el parpadeo de las llamas, anfitriones y huéspedes se sientan alrededor para compartir chismes sobre la vida cotidiana y así acercarse unos a otros. Por su parte, el horno secundario sirve para las actividades de rutina. Según Luong Van Thiet, cuando se ve la cocina, se comprende la cultura y el comportamiento de los miembros de la familia. “Nada más entrar en la casa, comprendemos la posición y la cultura de la familia anfitriona. La cocina es el alma del hogar. A los Thai les da miedo la falta de personas que enciendan el horno porque esto representa la infelicidad. Además, el horno sirve para la calefacción, albergar el amor de las parejas y calentar la dicha de la familia. Sobre el horno se colocan dos rejillas llamadas Xạ y Thàn en el dialecto Thai. Xạ significa la parte inferior en donde ponen cosas cotidianas como sal, ollas y herramientas de costura mientras Thàn significa la parte superior que sirve para guardar instrumentos apenas usados como cuerdas de bambú, cestas llanas para aventar granos y esterillas de bambú”.

Para los Thai negros, las ventanas de su casa simbolizan los ojos, razón por la que siempre las dejan abiertas sin bloquear la luz. Por eso, cada vez que visiten una casa de los Thai negros en el noroeste del país, pueden ver que ellos mantienen la costumbre de comer arroz glutinoso con “chẩm chéo” (un tipo de salsa elaborada con ají, sal, pimienta, ajo y condimento), se visten con el atuendo tradicional y viven en casas sobre pilotes, consideradas como el alma y símbolo permanente de la etnia.