Preparando para el ritual del linaje.

Como de costumbre, cada tres años, la familia de Ly Trong Sinh y sus parientes residentes en la aldea de Suoi Lin, del distrito de Moc Chau, se unen a la preparación de la fiesta de su clan. Según Trong Sinh, los vecinos también pueden participar en esta labor, ya que es también una ocasión para pedir bendiciones para toda la comunidad.

“Todos nos reunimos para los preparativos de la fiesta. Las mujeres muelen arroz glutinoso para elaborar pasteles, mientras los hombres cortan bambú y cañas de azúcar. También preparamos platos de carne de cerdo, que son ofrendas imprescindibles, para brindarlas a los antepasados con la esperanza de que nos protejan y den un nuevo año venturoso. Para esta ocasión también debemos invitar a 3 o 4 hechiceros que son grandes conocedores de la tradición para dirigir la celebración”, dijo Sinh.

El 29 de diciembre lunar, el jefe de la estirpe y los hechiceros cuelgan como ofrenda tres pinturas en una pared de la habitación principal de la casa y estas se mantienen ahí durante los días festivos. Al mediodía, mientras los hombres sacrifican cerdos, las mujeres se concentran en elaborar los pasteles en figuras de 12 árboles de bambú y cañas de azúcar, los cuales simbolizan las respectivas plantas de dracontomelon duperreanum y parashorea chinensis, en correspondencia con 12 meses del año. Lo hacen con el deseo de tener familias numerosas, abundantes cosechas y una vida próspera.

El hechicero y el representante del linaje realizan la ceremonia.

El hijo mayor de la familia jefa del linaje da inicio a la ceremonia a la que invitan a los antepasados y las deidades para que los protejan. Después de terminar el ritual, todos se sientan a disfrutar de la comida y luego bailan al compás de los gongs y batintines.

Dang Quyet Tien, radicado en la comuna de Phieng Luong, del distrito de Moc Chau, dijo: “El baile colectivo es para transmitir a las divinidades el deseo de los aldeanos de tener buenas cosechas. Pero en el baile destinado a espantar los males espíritus y pedir buena salud, sólo pueden participar de cuatro a seis hombres de la etnia Dao a los que otorgan el título 'cap sac', o de crecimiento”.

En la noche del 30 de diciembre lunar, se efectúa el rito de agradecimiento (pai nhnang en el idioma Dao), al cual están invitados todos los aldeanos e incluso personas de las localidades vecinas. Además de manifestar gratitud a los antepasados, educan en la ocasión a la joven generación en la tradición de “al tomar el agua se recuerda el manantial”.

Los ritos principales se llevan a cabo luego de la nochevieja. Primeramente, cuatros hombres ajenos a la casta, en traje típico de los Dao, bailan según las indicaciones del hechicero. A continuación, reproducen el gesto de recoger y guardar los palos y las espadas en casa, con el deseo de tener una vida tranquila, sin tensiones ni desacuerdos con otras personas. Por último, personas de mayor edad entonan canciones de culto antiguas.

El 2 de enero del calendario finaliza la celebración, pero un día antes, muy temprano en el primer día del año, seis hombres fuertes de la aldea, asignados por el jefe del linaje, salen en diferentes direcciones con palos y banderas en la mano para expulsar a los fantasmas y los malos espíritus de la comunidad. El hechicero Ly Van Chin, residente en la aldea de Suoi Khem, del distrito de Moc Chau, estimó: “La fiesta del linaje es una celebración religiosa popular, que también refleja la esencia cultural del grupo Dao Tien. En la nueva sociedad, algunas costumbres nuestras han cambiado pero siempre preservamos nuestra identidad cultural”.

Al reflejar la creencia popular, la filosofía ancestral y las tradiciones culturales de la etnia Dao Tien, la celebración del linaje no se limita a ser una fiesta de determinadas familias, sino que es también una fiesta de toda la comunidad Dao Tien. Es también una ocasión para educar a las nuevas generaciones en la tradición y cultura de esta etnia.