Vitalidad de viejo poblado de etnia Mong

(VOVworld) - La aldea Cát Cát es una parada que numerosos turistas no pueden eludir en Lao Cai. Los excursionistas recorren esta provincia montañosa septentrional no solo por sus paisajes naturales pintorescos, sino por los tradicionales rasgos culturales característicos de los autóctonos Mong.

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Los Mong pueblan Cat Cat desde mediados del siglo 19

 La villa Cát Cát se localiza a unos 2 kilómetros del centro de la cabecera turística de Sa Pa. La similitud más evidente entre los poblados de esta zona montañosa y los de la llanura consiste en que sus caminos son estrechos y sinuosos. Después de pasar la puerta aldeana se encuentra una serie de quioscos que venden recuerdos coherentes con la artesanía tradicional de los lugareños. Cát Cát es una vieja villa de los Mong, por ello su artesanía también tiene perdurable vitalidad. Desde hace tiempo los oficios artesanales tradicionales de esta minoría étnica se tornan atractivos para los visitantes extranjeros. Los pañuelos bordados, faldas vistosas y sutiles prendas de plata fueron elaborados por las manos hábiles de los Mong.

El tejido de brocados y diseños de Cát Cát llama mucho la atención de los viajeros. La imagen de la mujer Mong, que teje laboriosamente ante la puerta de su casa bajo la sombra de árboles frondosos o al borde del camino adiciona atractivo al bordado tradicional. Frente a una casa al lado de la ruta aldeana, la señora Thao Thi Si borda afanosamente un cinturón, accesorio del traje tradicional de los Mong. Ella expresó:“Este es un trabajo primoroso y cada año una mujer Mong solo puede confeccionar dos vestidos. Hago este traje desde hace 3 meses. La llegada de los visitantes a nuestro poblado nos alegra mucho”.

La señora Vang Thi Tung que lleva más de 30 años dedicada a esta labor dijo con efusión que no sabe por qué le gusta el tejido y solo lo ejecuta por la costumbre.“Tejo telas para coser ropas de niños, de trabajo y para fiestas. Es un oficio difícil que mis padres me enseñaron.”

 La niña Vang Thi La, alumna de séptimo grado sabe bordar desde hace varios años y ayuda a su abuela en el trabajo cuando sea necesario.“Sé bordar desde los 8 años de edad. Después de regresar de la escuela ayudo a mi abuela a cuidar de mis hermanos menores y bordo diseños en las mangas de las camisas”.


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Las mujeres Mong crean vistosos brocados con sus viejos telares

  En la villa Cát Cát hay un área de exhibición y venta de artículos artesanales tradicionales de los compatriotas Mong. Este pabellón, a diferencia de la majestuosidad de otros, está construido con varas de madera y trozos de bambú. En un espacio pequeño los vestidos tradicionales, bordados y encajes multicolores colgados en paredes de bambú y vigas de madera demuestran las habilidades de las montañesas. También se presentan 4 telares a los visitantes. Además, el tallado de piedra existente desde varias generaciones atrás, reporta un ingreso considerable a los autóctonos. El joven Pao, dedicado a esculpir piedra apuntó:“El tallado de piedra es difícil, pero me gusta hacerlo. He logrado tallar varias estatuas de los Mong con sus piedras. Mientras más difícil es el diseño, más interesantes resultan las obras escultóricas”.

 Además del tejido y la escultura pétrea, los habitantes de la aldea Cát Cát practican la orfebrería original. Como resultado del cuidadoso trabajo manual, las pulseras, collares, anillos, cadenas y otros artículos de adorno en plata y bronce de los lugareños son muy sutiles. El proceso de transformación de la plata en bisutería que acometen los autóctonos no es nada simple, ya que pasa por sucesivas etapas de fundición, moldeado, enfriamiento y tallado acorde con las diferentes dimensiones de los objetos deseados. Luego viene la precisión de los detalles del diseño, para lo que emplean clavos.

 Las villas Cat Cat, Den y Na-rin en Sapa constituyen modelos de aldea turística y cultural. El poblado de los Mong, desde las vías de comunicación hasta las casas está lleno de singularidades.

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