(VOVworld) – Más de 100 millones de electores estadounidenses acudieron este martes a las urnas para elegir a un tercio del senado, cuyos resultados pueden influir en los comicios presidenciales, a celebrarse dentro de dos años. Entretanto, observadores opinan que el presidente Barack Obama enfrentará numerosas dificultades en lo que queda de su mandato.

Las elecciones de medio término de Estados Unidos se celebran después de cumplirse la mitad del mandato del presidente para renovar asientos en el congreso y gobernadores en diferentes estados del país. En esta ocasión solo se elegirán 37 de los 100 puestos del Senado y 37 gobernadores.

Por qué son importantes las elecciones de medio término?

Cabe decir que las elecciones de medio término de Estados Unidos constituyen para los partidos un termómetro con vista a las presidenciales que tocan después. Basándose en los resultados los candidatos demócratas y republicanos elegibles revisarán su programa político, y la orientación de la campaña electoral para satisfacer las aspiraciones de los votantes. Además, los resultados en las urnas de algunos estados para gobernadores proyectan probables nombres para presentarse como candidatos a la presidencia de Estados Unidos.

Hasta la fecha, el Partido Demócrata dispone de mayoría en el Senado con 53 escaños, frente a 45 de los republicanos y dos de independientes. Sin embargo, el Partido Republicano aventaja en la Cámara de los Representantes con 233 asientos frente a 199 de los demócratas. Ambos partidos esperan cambiar su equilibrio de fuerza en estos comicios de medio término para lograr el control de los dos órganos ejecutivo y legislativo.

En cuál partido depositar la confianza, ¿Republicano o Demócrata?

Este es el dilema de los electores que acudirán al escrutinio ya que la actual legislatura 113 del Congreso ha sido calificada de “la más insuficiente de la historia”. La recuperación de la mayor economía del mundo sigue marchando a un ritmo cansino, pese a mejorías en el mercado laboral, con una tasa de desempleo del 5,9% en octubre último con respecto al 5% trazado por la Reserva Federal norteamericana.

Durante los últimos 6 años, el Gobierno del presidente Barack Obama experimenta estancamiento por una serie de problemas, entre ellos, los gastos públicos, las prometidas enmiendas a la ley de inmigración, el control de armas, y la reforma del sistema de seguro médico. Aunque ganó notas con el cumplimiento del compromiso de retirar tropas de Iraq y Afganistán, Estados Unidos, bajo la administración de Barack Obama, enfrenta de momento una guerra sin fin con la organización extremista Estado Islámico en Iraq y Siria. El movimiento denominado “Primavera Árabe” que se extendió a una serie de países del Oriente Medio y África del Norte que parecía llevar democracia en realidad, se ha hundido en el caos. El proceso de negociación de paz entre Israel y Palestina se encuentra en punto muerto. Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia corren el riesgo de volver a otra etapa de guerra fría. Además, la lucha contra la epidemia del ébola obliga a Washington a dedicar incalculables gastos y recursos humanos para impedir el contagio de esta enfermedad letal en el territorio nacional.

Retos para el presidente Barack Obama

En el actual contexto, analistas apuestan por el triunfo del Partido Republicano en las elecciones de medio término gracias a la frustración creciente de los votantes en torno a la política de la administración de Barack Obama. Una encuesta de intención de votos en vísperas de los comicios revela que el 50% de los electores apoyan a los republicanos mientras que sólo el 44% de los ciudadanos encuestados respaldan al Partido Demócrata. La posibilidad de triunfar de los Republicanos alcanza el 62,3% mientras que los Demócratas, el 37,7%. Si estos resultados se materializan, el presidente Barack Obama experimentará enormes retos durante los últimos dos años de su mandato.

La historia política de Estados Unidos demuestra que las elecciones de medio término son una ocasión para que los ciudadanos usen sus votos para criticar al presidente en ejercicio y su partido. De esta manera, la esfera de operación del Gobierno de Barack Obama depende de la decisión del electorado. Es incuestionable que la Cámara de los Representantes está bajo el control del Partido Republicano mientras que las ventajas de los Demócratas en el Senado tienden a desplazarse a la oposición. Además, cabe la posibilidad de que las propuestas importantes como el cierre de la prisión de Guantánamo, Obamacare y la reforma migratoria nunca se materialicen ya que los votantes pueden usar sus sufragios en favor del Partido Republicano que consolida su posición en el Senado y eventualmente verá facilitado el camino hacia la Casa Blanca en 2016.