(VOVworld) – En los últimos días, el mundo ha presenciado un gesto jamás visto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama al estrecharse la mano con su homólogo de Cuba, Raúl Castro en la ceremonia en homenaje póstumo a Nelson Mandela. Si bien se trata de un acto mutuo de cortesía y algunos se preguntan si no será una señal que apunte a una descongelación de las relaciones entre Washington y La Habana después de medio siglo.

Fue el 10 de diciembre cuando unos 100 dirigentes de diferentes países participaban en la ceremonia en homenaje póstumo a quien fuera el primer presidente de una Sudáfrica democrática, Nelson Mandela, Barack Obama subía a la tribuna para pronunciar su discurso. De repente, se detuvo ante Raúl Castro y ambos se dieron la mano, sonrientes. El breve episodio llamó la atención de los medios internacionales.

Señal de descongelación

Desde 1961, Estados Unidos impuso el embargo contra Cuba, que se estima le provocó pérdidas por más de un billón 100 mil millones de dólares, con graves consecuencias para niños con graves padecimientos cardiovasculares y cáncer, para los que la Isla se ve impedida de adquirir medicamentos necesarios de última generación producidos en el país norteamericano.

Sin embargo, en los recientes tiempos, se advierten algunos pasos por ambas partes, en favor de la distensión, o al menos que no agudicen las diferencias. Se cree que uno de ellos pueda ser el desinterés de Cuba en ofrecer asilo a Edward Snowden, y el silencio que observaron ambas partes en torno al barco norcoreano retenido en Panamá por transportar armas cubanas.

Primeros pasos

En realidad, desde que asumió el poder, el presidente Barack Obama se comprometió a dialogar con todos los países que considera enemigos. Ha flexibilizado numerosas políticas para aliviar la tensión con La Habana como eliminar la limitación del envío de remesas y del número permitido de visitas de cubanoamericanos a su tierra natal y la reanudación de los servicios de correos y emigración. También apreció el papel de la isla en las negociaciones entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de ese país suramericano. Sin embargo todavía Washington mantiene a Cuba en la lista de Estados que respaldan el terrorismo. Tras la votación por 188 de los 193 países de la ONU de una resolución pidiendo el fin del bloqueo contra Cuba por más de 5 décadas, el presidente Barack Obama declaró que la Casa Blanca cambiará la política para la isla.

Desde que asumió la dirección del país sucediendo a Fidel Castro, el presidente Raúl Castro ha dado impulso a la actualización del modelo económico que se encamina a una mayor apertura del mercado y la unificación del sistema monetario, entre otras políticas para alcanzar una sociedad de bienestar. Se espera que estos cambios impriman nueva vitalidad a la economía nacional y que también abra nuevas oportunidades de cooperación económica con otros países, incluido Estados Unidos. Vale señalar que en esta perspectiva el mismo embargo de Washington impuesto a Cuba obstaculiza esas futuras relaciones.

Hasta la fecha no se puede concluir en que el apretón de manos entre Barack Obama y Raúl Castro conduzca a la descongelación de las relaciones entre ambas partes. Sin embargo, mientras el mandatario norteamericano se enfrenta a críticas de sectores internos por su política de diálogo diplomático con Irán le resultará difícil avanzar en un rumbo similar respecto a Cuba. Cabe la posibilidad de que Obama enfrente la hostilidad de congresistas que persisten en que Estados Unidos mantenga contactos limitados con Cuba.