(VOVworld) – Aunque las conclusiones oficiales sobre el posible uso de armas químicas en Siria no han sido anunciadas por la ONU, las intensas declaraciones verbales y acciones de Estados Unidos y sus aliados internacionales en los últimos días demuestran que se prepara para una peligrosa intervención militar en ese país árabe. ¿Acaso es esta una decisión inteligente?
Las señales de preparativos de posibles ataques se ponen de manifiesto en Siria y en el Oriente Medio. Armamentos en acorazados de Estados Unidos y bases militares de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se encuentran en posición de combate y están listos a disparar contra los blancos escogidos. Se ha notado la presencia de 4 destructores de la Armada norteamericana en el este del Mediterráneo para poder responder a cualquier opción que eliga el presidente Barack Obama. Aviones de combate y otros cuerpos de armas de Reino Unido también han sido movilizados en la base aérea de Akrotiri en la isla Chipre, apenas a 160 kilómetros de Siria. Israel, el más cercano aliado de Estados Unidos en el Oriente Medio desplegó a su vez el sistema nacional de defensa anti misiles, incluidos cohetes de corte alcance “Domo de Hierro”, interceptores de medio alcance Patriot y misiles interceptores de largo alcance Arrow II. El Gabinete israelí aprobó el envío de una parte de la Reserva del ejército a las unidades que se acuartelan en el norte, en zonas fronterizas con el Líbano y los Altos del Golán sirios, ocupados por las tropas israelíes en la guerra en 1967.
Estados Unidos ya tiene 4 barcos de guerra estacionados en el Mediterráneo
Inclusive, se desveló un guión de la inminente guerra, según el cual se realizarán ataques relámpago contra los objetivos militares de Siria, con la participación de misiles de crucero que se lanzarán desde el mar o por aviones bombarderos de largo alcance. La Agencia cablegráfica NBC de Estados Unidos citó a autoridades nacionales que informaron que los posibles ataques tendrán un ámbito limitado, con el fin de transmitir un mensaje al presidente sirio Bashar al-Assad, más que para debilitar la potencia militar de Damasco. Mientras tanto, el presidente estadounidense, Barack Obama intentó justificar el 28 de agosto la planeada respuesta armada de Washington alegando que cualquier acción militar de su país serviría para impedir el empleo de armas químicas en Siria. Es muy obvia la posibilidad del uso de la fuerza en este asunto pues además de la movilización militar, Estados Unidos canceló el encuentro previamente programado con Rusia en busca de una solución pacífica a la crisis siria.
Empero, Siria no parece un objetivo fácil de derrocar. El canciller sirio, Walid al-Moallem declaró que su país se defenderá con todas las fuerzas disponibles si es atacado. Un oficial militar de alto rango de Siria afirmó en condición de anonimato que una guerra integral contra Damasco proporcionará licencia para un ataque de su país contra Israel. Este recibiría tantas consecuencias como las que sufrirá su vecino árabe, aseguró el funcionario. De acuerdo con analistas, la eventual intervención militar contra Siria tendrá graves impactos en el Oriente Medio, de por sí inestable. La crisis siria en que se entrelazan relaciones y contradiciones entre facciones políticas, etnias y religiones no solo representa un conflicto interno, sino que se extendió al ámbito regional, con la involuración directa de las fuerzas procedentes de países vecinos y grupos extremistas islámicos y redes de la guerra santa y terrorismo global. La ampliación de su ámbito influirá a los Estados vecinos como el Líbano, Jordania, Turquía, Israel y muchos otros países de la región.
Protestas en Londres, Reino Unido contra una eventual intervención militar en Siria
Por lo tanto, después de la reunión efectuada el 28 de agosto, los 5 países miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU no pudieron llegar a un consenso sobre la propuesta del Reino Unido de llevar a cabo una intervención en Siria por medio de la fuerza, debido al veto de Rusia y China. Con anterioridad, Rusia afirmó que era demasiado temprano para una reacción del Consejo de Seguridad, antes que los expertos de armas químicas de Naciones Unidas emitan los resultados de su investigación. China remarcó que la única salida para el problema de Siria es un arreglo político. En los Estados Unidos mismos, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, exhortó a Obama a aclarar si los ataques contra Siria pueden garantizar mejor la seguridad del país. Los resultados de un sondeo realizado anteriormente en Estados Unidos demuestran que el 60% de los encuestados se opondrían a una intervención militar en Siria. En Alemania, el opositor Partido izquierdista llamó a la retirada de los complejos de misiles de defensa antiaérea Patriot del ejército nacional de Turquía. El diario del Vaticano criticó a potencias mundiales que preparan ataques contra Siria y advirtió que estos podrán conducir a una situación caótica como la experimentada en Irak después que Estados Unidos promoviera la guerra para derrocar la administración del presidente Saddam Hussein en 2003.
La opinión pública estima que si Estados Unidos y sus aliados presta verdadera atención a poner fin a la crisis siria, deben impulsar un cese al fuego y negociar un acuerdo político en vez de optar por el uso de la fuerza. La escalada de la guerra para mantener cuotas de influencia en la región provocará más sufrimientos a los civiles sirios y consecuencias imprevisibles a otros países en el Oriente Medio y el Norte de África.