(VOVworld) - Los ataques contra soldados del Reino Unido y Francia ocurridos en los últimos días con armas primitivas han puesto a estos países en estado de alerta. La pregunta es si los atentados responden a una operación antiterrorista o si son consecuencia del extremismo islámico. Aunque las respuestas a estas preguntas son ambiguas, está claro que el acto de los “lobos solitarios” supone nuevos retos a la seguridad de Occidente.

El hecho de que dos islamistas degollaran a un soldado a machetazos y cuchilladas de carnicero en una calle de Londres, y un soldado francés fuera atacado el sábado en un concurrido distrito comercial en las afueras de París, preocupa la opinión pública. Además, estos atentados se realizaron en sitios céntricos, y los agresores no pretenden ocultar su  rostro, sino que permanecen en el lugar del crimen y estimulan a los transeúntes a grabar y hacer fotos. La grabación realizada minutos después del asesinato  en Londres muestra a un hombre con las manos cubiertas de sangre, y prometiendo vengarse del Reino Unido por su participación en la guerra contra el mundo musulmán. Ante la cámara, el hombre dijo: "Juramos por el todopoderoso Alá que nunca dejaremos de luchar contra ustedes". Agregó con palabras impregnadas de tinte político que la única razón por la que hacían esto es porque muchos musulmanes mueren cada día. Además exhortó a los ingleses a derrocar a su Gobierno. En el análisis de los dos atentados de Reino Unido y Francia, se puede concluir que ambos casos comparten el mismo motivo, es decir, la venganza por las operaciones antiterroristas de Londres y París. En el caso de Reino Unido, se trata de la participación de las fuerzas aliadas con Estados Unidos en el campo de batalla en Afganistán, y en el caso de Francia, las operaciones de limpieza en África del Norte, y su reciente intervención militar en Mali. Mientras se acelera la investigación de las causas principales de dichos atentados, las autoridades de ambos países muestran gran preocupación y en cierto modo incitan a la hostilidad contra los musulmanes.

Hasta el momento, no se ha confirmado si los asesinatos tienen rasgos de guerra islámica, pero al relacionar los casos de Boston, Londres y París, se puede decir que los ataques fueron realizados por “lobos solitarios”, terroristas de actos personales, una política de guerra islámica de mayores dificultades. De acuerdo con algunos analistas, el aumento  de artículos extremistas en Internet en varios estados europeos ha nutrido la predicación dogmática del extremismo islámico, representado en este caso por los lobos solitarios. Mientras tanto, agentes de Francia, Reino Unido y Estados Unidos no cuentan con suficientes instrumentos para identificar a estos elementos subversivos. Según un informe de la Agencia de Seguridad holandesa, una serie de foros apoyan actos extremistas personales como los dos asesinatos recientes. Desde 2010 hasta la fecha, el Gobierno británico ha desmantelado unas dos mil páginas Web que incitan terrorismo, y ha publicado en estos sitios mensajes de los supervivientes a los atentados, lo que exhorta a la comunidad a rechazar los argumentos de la guerra islámica y los pensamientos extremistas. Además, Londres aplica sus leyes para eliminar el terrorismo latente, pero esta lucha lleva a un sin fin de disputas entre los gobiernos occidentales, pues una parte respeta la libertad de expresión, mientras que la otra apoya la estrategia antiterrorista.

Actualmente no se afirma si los dos asesinatos en Londres y Paris tienen algo que ver con las organizaciones terroristas, pero en el caso de que se lo confirme que sí, estos serán una pesadilla para la seguridad del viejo continente. Con un nuevo método de acción, simplificar los atentados sin necesitar armas sofisticadas y accionar de modo personal y súbito, parece que los asesinos pretendan hacer circular los valores propios de la ideología extremista para deteriorar la estabilidad social y política. En medio de una crisis de deuda pública, Europa debe esmerarse también en superar los retos crecientes de inestabilidad.