(VOVWORLD) - Durante su visita a Rusia del 27 al 30 de octubre, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, sostiene en Moscú conversaciones con su homólogo Vladimir Putin. Es el segundo viaje del líder cubano a la nación euroasiática en menos de un año y también el segundo intercambio de alto nivel este mes entre ambos países. A principios de octubre, el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, realizó un periplo en Cuba, en el cual las dos partes firmaron varios acuerdos importantes. Estos hechos muestran la determinación de La Habana y Moscú de fortalecer la cooperación binacional, especialmente en un contexto en que ambos países están bajo presión de Estados Unidos.
 El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel (Foto: Debate)
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Aunque lejos geográficamente, Cuba y Rusia han sido aliados desde la Guerra Fría. Las dos partes mantienen vínculos estrechos en muchos campos, incluido el diálogo político sobre cuestiones internacionales. Durante una visita a Rusia en noviembre de 2018, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su par ruso, Vladimir Putin, afirmaron que las relaciones bilaterales son entre aliados y tienen una naturaleza estratégica. En la actualidad, las presiones por parte de Estados Unidos hacen que los dos países estén cada vez más cerca.
Presiones y bloqueos
Ambas naciones se están defendiendo del cerco económico de los Estados Unidos. Particularmente, Cuba ha sido blanco del bloqueo de Washington durante décadas. Su desarrollo se ve muy afectado porque además de carencias materiales y tecnológicas, le resulta muy difícil atraer inversiones extranjeras y tener socios comerciales. En un nuevo movimiento para intensificar las presiones contra la isla caribeña, el Gobierno de Estados Unidos anunció el 25 de octubre la suspensión de todos los vuelos al territorio cubano, excepto a La Habana, la capital. Esta es la segunda medida anunciada por Washington en la última semana para limitar los viajes aéreos a la mayor de las Antillas. Las sanciones impuestas contra el turismo, uno de los sectores económicos clave y la principal fuente de ingresos de divisa extranjera de la isla, dificultan el crecimiento de su economía. En general, la industria sin humo del país ha sufrido pérdidas por 38 mil millones de dólares debido al bloqueo comercial de Estados Unidos en el último medio siglo.
Mientras, en una entrevista con “Direct Line” el pasado 20 de junio en Moscú, el presidente Vladimir Putin informó que desde 2014 las sanciones del Occidente, incluido Estados Unidos, han causado a la economía rusa daños por 50 mil millones de dólares. Las medidas punitivas se centran en los campos de defensa, energía, finanzas y banca, que generan grandes beneficios para la nación euroasiática. También hubo momentos en que su economía dio ciertas señales de recesión, cuando el rublo ruso se depreció frente al dólar. Según los expertos, Occidente no cambiará pronto su actitud hacia Rusia, por lo que el país necesita fortalecer su economía para garantizar su posición.
Cooperación efectiva
En este contexto, la cooperación con los países latinoamericanos ayuda a Rusia a reducir los riesgos y aumentar su prestigio en el ámbito internacional. Por lo tanto, la nación siempre trata de colaborar y apoyar a los Estados en América Latina, incluida Cuba, tanto económica como militarmente. Esto fue evidenciado durante la visita del primer ministro ruso Medvedev a Cuba, del 3 al 5 de octubre, durante la cual las dos partes firmaron ocho acuerdos de cooperación en transporte, ciencia-tecnología, creatividad, industria y aduanas. De ellos, destaca el relacionado con la financiación de proyectos de mantenimiento de aeronaves civiles producidos por Rusia.
Otro punto notable de dicho viaje fue la asistencia del premier Medvedev a la inauguración de la primera máquina de perforación en el campo petrolero Boca de Jaruco, con una reserva de más de 3 mil millones de toneladas. Se trata de un proyecto de cooperación entre el grupo petrolero Zarubezhneft y la compañía Cubapetroleo, cuyo objetivo es satisfacer la demanda interna de la isla.
Estos pactos constituyen un apoyo importante y oportuno a la economía cubana ante el bloqueo norteamericano. A diferencia de los años anteriores a 1990, cuando la Unión Soviética ayudó a Cuba a través de donaciones no reembolsables, las relaciones entre los dos países ahora son “amistosas pero pragmáticas” y la cooperación es “mutuamente beneficiosa”. Este espíritu muestra que Rusia considera a Cuba como un verdadero socio y se esfuerza por establecer una cooperación efectiva y sustantiva con La Habana, a fin de expandir su papel y posición en América Latina, una región bajo la influencia de Estados Unidos.
Es clara la intención de La Habana de mantener una relación estrecha y cercana con Rusia, una potencia militar y una voz de peso en el ámbito internacional, pues es una de sus garantías para marchar hacia la prosperidad.
Sobre la base de una amistad histórica que se cuida y desarrolla de manera efectiva, Cuba y Rusia están determinados a superar juntos el cerco de Estados Unidos.