(VOVworld) – Después del fracaso en la negociación para poner fin a la guerra civil en Siria, analistas opinan que este estancamiento no sólo trunca la esperanza de un viraje político mediante diálogos de paz, sino que también agrava la situación en este país del Oriente Medio. En tal sentido, preocupa el hecho de que el Gobierno de Damasco y la oposición consoliden sus fuerzas militares en el campo de batalla.

El hecho de que el Gobierno sirio y la oposición aceptaran reunirse en la ronda de negociación en Ginebra, Suiza alimentó la esperanza de encontrar una solución para poner fin a la guerra civil que dura ya 3 años. Sin embargo, los esfuerzos internacionales fueron inútiles ya que cada parte mantiene sus posiciones. Mientras el gobierno sirio puso en primer lugar el combate antiterrorista en las negociaciones, la oposición abogó por instaurar una autoridad de transición que excluya al presidente Bashar al-Assad.

Fracasos previsibles

En vísperas de los diálogos, especialistas estimaron que la negociación de la paz es un camino arduo porque tiene lugar en medio del conflicto asimétrico entre ambas fuerzas. Mientras el ejército del presidente Bashar al-Assad predomina en la guerra, la oposición experimenta división y discrepancias internas. Además, Irán y Rusia, dos aliados de Siria comenzaron a abastecerlo de armamentos. Teherán envió incluso oficiales militares. Por el contrario, los auxilios de Estados Unidos y el Occidente para capacitar y equipar a fuerzas insurgentes sirias son limitados.

Según un especialista del Instituto de Alemania para los Asuntos Internacionales y la Seguridad, el fracaso en la ronda de negociación en la conferencia Ginebra II conduciría a una escalada de conflictos bélicos, pues ninguna fuerza quiere perder terreno en el campo de batalla. Mientras el Gobierno de Bashar al-Assad opina que ha superado las presiones provenientes de sus aliados en las discusiones para establecer una administración transitoria, en tanto la oposición espera que el fracaso de diálogo contribuya a un mayor respaldo de Estados Unidos y el Occidente.

Intervención militar en lugar de solución diplomática?

Después de las negociaciones fallidas, Washington acusó al Gobierno de Damasco de obstaculizar progresos del proceso de paz y realizar más ataques contra civiles y amenazó con una intervención militar en Siria.

En su visita a China la semana pasada, el secretario norteamericano de Estado, John Kerry afirmó que su país considera con seriedad el cambio de política hacia Siria y apoyó la injerencia militar parapetándose en que tiene como finalidad resolver la crisis humanitaria y enfrentar a los terroristas allí. La administración del presidente Barack Obama esgrime que los ataques militares presionarán al Gobierno de Bashar al-Assad a aceptar una solución diplomática. Obama se reunió la semana pasada en Washington con el rey Abdalá II de Jordania para abordar temas de la región del Oriente Medio y en particular el contencioso sirio. Ambas partes acordaron que el reino se beneficiará de un préstamo de mil 600 millones de dólares si autoriza a Estados Unidos usar el territorio jordano para realizar acciones militares contra Siria. Además, Estados Unidos abastecerá con armas a las fuerzas insurgentes para lograr el control del sur de Damasco, considerándolo como punta de lanza para vencer al ejército del Gobierno.

Arabia Saudita, ha suministrado recientemente armamentos modernos a la oposición siria, incluidos sistemas portátiles de defensa aérea, lo que solía recibir el rechazo de Washington por el temor de que cayeran en manos de la red terrorista Al Qaeda. Con la inminente visita del presidente estadounidense, Barack Obama a Arabia Saudita, la opinión pública puede vislumbrar un plan de intervención militar en Siria en un cercano futuro.

Entretanto, Reino Unido urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar acciones inmediatas para poner fin a la crisis humanitaria en Siria. En tal contexto, el fracaso en las últimas negociaciones en Ginebra, Suiza requiere una mayor injerencia internacional. Los actuales hechos envían una señal de que la guerra civil en el país del Oriente Medio tiende a agravarse en lo adelante.