Un importante progreso en las negociaciones del Brexit entre el Reino Unido y la UE

(VOVWORLD) - La Cumbre de Líderes de la Unión Europea (UE), la última del bloque en este año, se inauguró en Bruselas, Bélgica este 14 de diciembre. Una de las tareas importantes de la conferencia será la adopción del acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la UE, proceso conocido como el Brexit, que fue alcanzado la semana pasada. Esto dará paso a discusiones sobre la futura relación entre ambos. Al concluir esta cita, el bloque continental espera elaborar un borrador del Tratado del Brexit y publicarlo a principios de 2018. Sin embargo, esto no será fácil de lograr. 
Un importante progreso en las negociaciones del Brexit entre el Reino Unido y la UE - ảnh 1El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker (d) y la primera ministra británica Theresa May en una conferencia de prensa tras su reunión en Bruselas este 8 de diciembre (Foto:Xinhua/VNA)

Segun el Tratado de Lisboa de la UE de 1973, el Reino Unido tardará al menos dos años en preparar los procedimientos de su separación de la alianza. En 2016, las dos partes iniciaron las conversaciones para poner fin a esta situación, pero sus resultados no han sido los esperados debido a que tienen dificultades para encontrar un terreno común a fin de resolver los desacuerdos.

 Un paso importante en el proceso de diálogo

La semana pasada, los negociadores británicos y europeos llegaron a un consenso sobre una serie de cuestiones importantes, desatascando así el punto muerto después de meses. Funcionarios de ambas partes calificaron de “significativo” este resultado, que sentará bases sólidas para sus discusiones sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Londres y Bruselas.

En concreto, los tres puntos clave del Brexit incluyen el derecho de los ciudadanos europeos que residen en el suelo británico (alrededor de 3 millones de personas) y el de los británicos a vivir en países europeos; el problema fronterizo entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte; así como las obligaciones financieras que el Reino Unido debe implementar con la UE.

         En consecuencia, Londres hizo una cierta concesión cuando reconoció la autoridad del Tribunal de Justicia Europeo para una serie de asuntos legales que afectan los intereses de más de 3 millones de ciudadanos europeos que viven y trabajan en su país. Además, garantizó que no haya ninguna frontera dura en Irlanda del Norte, tema considerado como el mayor obstáculo en el convenio.

Este país pertenece al Reino Unido, así que después del Brexit, también estará sujeta a sus reglamentaciones aduaneras y de mercado. Esto hace preocupar a la República de Irlanda, porque el establecimiento de una frontera dura entre los dos territorios afectaría el Acuerdo de Paz de Belfast, firmado el 10 de abril de 1998, y tendría un impacto negativo para el intercambio comercial bilateral.

Finalmente, el problema relacionado con la factura del divorcio, la cual provocó una fuerte reacción de los funcionarios británicos hasta el presente. Londres acordó pagar al bloque continental entre 45 y 50 mil millones de euros (o entre 47 y 52 mil millones de dólares).

Con estos avances, el Parlamento Europeo instó a sus líderes a “dar luz verde” para la activación de la próxima etapa de las conversaciones UE-Reino Unido. Por su parte, el jefe negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, reveló la posibilidad de convertir los asuntos que se aprobaron en un acuerdo legalmente vinculante para facilitar las discusiones acerca del futuro de los vínculos bilaterales.

Dificultades por delante

A pesar de los referidos avances, han surgido una serie de problemas durante el proceso de negociaciones, justo antes de la Cumbre de la UE. En primer lugar, el principal negociador británico, David Davis, anunció que su país solo pagaría de 40 a 45 mil millones de euros si el bloque puede garantizar un acuerdo comercial bilateral después de que se vaya.

Este anuncio inmediatamente ocasionó una fuerte reacción de los funcionarios europeos. El negociador en jefe de la UE, Michel Barnier, insistió en que habrá una sola “declaración política” que dé forma a las futuras relaciones comerciales que surgieron cuando Gran Bretaña abandonó la alianza.

Otra medida inesperada que tendrá un impacto significativo en las próximas negociaciones es que el Parlamento británico aprobó el pasado 13 de diciembre por unanimidad la modificación del proyecto de la Ley de “Retirada de la Unión Europea”. Por consiguiente, sus diputados tendrán derecho a votar sobre cualquier acuerdo final relativo al proceso del Brexit, con lo cual la administración de la primera ministra Theresa May deberá aceptar el control de este tema por parte del Legislativo.

Según lo previsto, los británicos dejarán oficialmente la UE el 29 de marzo de 2019. Las negociaciones deben completarse para que los Parlamentos de los países tengan tiempo de revisar y aprobar el acuerdo eventual.

El consenso sobre algunos temas principales relativos al Brexit ha sido valorado  como un progreso para ambas partes. Sin embargo, es probable que la próxima etapa de sus negociaciones enfrente muchos problemas antes de poder alcanzar un pacto final.

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