(VOVworld) - En los últimos tiempos, el capital vertido en la agricultura y el desarrollo rural representa un gran porcentaje de las inversiones públicas. Pese a la atención del Gobierno vietnamita a la agricultura, el campesinado y el campo, los resultados de esta política aún no se corresponden con la gran población dedicada al sector agrícola y con sus potenciales. Para movilizar más recursos de las empresas y de toda la sociedad, hacen falta medidas y políticas efectivas. Este fue el tema de los debates de este martes en el tercer período de sesiones de la Asamblea Nacional de Vietnam, décimo tercera legislatura.
Los riesgos que puede enfrentar la producción agrícola impactan
la captación de inversiones
Según estadísticas, más de 430 billones de dong, que representan cerca del 50 por ciento del capital de inversión para el desarrollo del presupuesto estatal y bonos gubernamentales, fueron para financiar a la agricultura y el desarrollo rural de 2006 a 2011. En este período, el valor total del Acuerdo firmado de Ayudas Oficiales para el Desarrollo (ODA) fue de unos 26 mil millones de dólares, de ellos el 94 por ciento por concepto de créditos preferenciales, incluidos los más de 3,8 mil millones de dólares reservados a la agricultura, obras hidraúlicas, silvicultura y acuicultura para fomentar la agricultura y el desarrollo rural. Los préstamos excedentes según el mecanismo crediticio comercial en la agricultura y las áreas rurales se incrementaron constantamente con un ritmo anual promedio de 24 por ciento. Gracias a estas fuentes, la fisonomía rural de Vietnam se ha transformado gradualmente para adquirir aspectos modernos, se disminuyó la pobreza, se resolvió el problema del empleo, y con ello mejoró la vida material y espiritual de los campesinos. Sin embargo, debido a las grandes demandas, la mayoría de los ministerios, ramas y localidades carecen de recursos. El jefe de la Comisión de Economía del Parlamento Nguyen Van Giau, en su informe sobre la implementación de las políticas de inversión en la agricultura, el campo y el campesinado señaló: “Es complicado llevar a cabo esta tarea en una zona tan vasta compuesta por diferentes entornos topográficos, muchas áreas montañosas y con difícil acceso, caracterizadas por una producción atrasada y poblaciones de bajos ingresos. Mientras tanto, es limitada la capacidad inversora del Estado y la sociedad. Por otro lado, la producción agrícola enfrenta un alto riesgo de pérdidas a causa de los impactos directos del clima, el cambio climático y las plagas..., lo cual obstaculiza la prevención y la superación de las consecuencias. Todo ello implica dificultad en la captación de inversiones nacionales y extranjeras en este sector.”
Para revertir la situación, una de las demandas urgentes consiste en acelerar el perfeccionamiento del sistema de leyes y políticas relativas a la inversión en la agricultura, el campo y el campesinado, puesto que las regulaciones vigentes contienen muchas deficiencias, algunos documentos instructivos fueron promulgados en determinadas coyunturas, otros se superponen entre sí, dificultando la ejecución. Por otra parte, la imposición del límite de tierras cultivables que se entregan a las familias y los individuos según lo establecido en la Ley de la Tierra no estimula la participación de las empresas y la inversión audaz de los campesinos. En referencia a esta cuestión, Nguyen Thu Anh, diputada de la provincia central de Lam Dong propuso: “Creo que es necesario revisar detalladamente el uso de tierras en el ámbito nacional y definir la reserva de tierras destinadas a la agricultura, en especial, al cultivo de arroz. Debemos acometer con seriedad y equidad la recuperación de las parcelas y afirmar la rectitud del proyecto de entrega y alquiler de tierras, para tranquilizar las inquietudes de los campesinos y promover sus inversiones en la producción agrícola.”
La entrega de tierras estimulan
audaces inversiones de
para aumentar el rendimiento del cultivo
Numerosas otras opiniones exhortaron al mejoramiento integral de la infraestructura, tomando en consideración las islas y las zonas apartadas e intrincadas. La planificación debe ser uniforme desde el nivel central hasta el local, armonizando lo general, lo regional y lo sectorial. Además, para materializar los programas de objetivos nacionales, y los proyectos de asistencia, resultan importantes los mecanismos y las políticas estimuladoras a favor del desarrollo de la agricultura y las zonas rurales, como créditos preferenciales, ampliación de mercados, preferencias tributarias, promoción de la aplicación de adelantos científico- tecnológicos, formación de oficios, generación de empleos para los agricultores, entre otras medidas. En especial, el factor humano es decisivo para contribuir al modelo del nuevo campo. El legislador Nguyen Bac Viet, de la delegación parlamentaria de Ninh Thuan apuntó: “Los buenos cuadros constituyen factores de avanzada para el desarrollo. Propongo la pronta promulgación de una política salarial para los funcionarios a nivel local. El Parlamento debe desplegar este plan en este mismo año. El itinerario 2012- 2013 debe contar con este contenido para motivar los aportes de los cuadros en las bases al fomento del nuevo campo.”
Continuar renovando las políticas y priorizar inversiones en la agricultura, el campo y el campesinado es el fuerte compromiso del Partido Comunista, el Estado y el Gobierno de Vietnam. Perseverar en la construcción del nuevo campo, concretar las directrices y movilizar la participación de todo el sistema político en estas tareas, son orientaciones rectoras para transformar las zonas rurales de este país en lo adelante./.