Dang Cat, doctor que sigue el ejemplo de Ho Chi Minh

(VOVworld) - El médico militar Dang Cat en el distrito Tay Ho, Hanoi, es conocido por muchas personas por su amor a la profesión, abnegación y atención a la salud del pueblo. Siempre estudia y trabaja según el ejemplo de Ho Chi Minh, considerando la palabra “tam” (corazón) y “duc” (moral) como ideal de vida para consagrarse a la sociedad. En los últimos 25 años consultó y trató gratuitamente a muchas personas sin pensar en beneficio material.

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El doctor militar Dang Cat suele ir en bicicleta a
atender a los enfermos en su casa


Dang Cat nació en l938 en la provincia Nam Dinh en una familia de tradición médica. En l952 se alistó y trabajó como enfermero de la Brigada de Tratamiento 2 de la Dirección de Medicina Militar, prestando servicios en distintos campos de batalla desde el Noroeste hasta las tierras altas de Laos y Dien Bien Phu. Al principio, empleó la medicina occidental, sin embargo, la eficacia imprevista de las hierbas medicinales vietnamitas le atrajeron sin darse cuenta. Contó que en l969 fue enviado a la provincia Son La para desempeñar el cargo de jefe de servicios médicos de las fuerzas policiales armadas locales. En esta zona rica en tradiciones revolucionarias, conoció numerosos remedios populares aplicados por el presidente Ho Chi Minh como utilizar las hojas de artemisa para hacer masajes, aliviando el dolor después de marchar. Luego de volver a Hanoi, se dedicó a la investigación y a la combinación de hierbas medicinales vietnamitas y la medicina occidental, para buscar métodos de curación más eficaces. Muchas personas le preguntaron por qué no usaba las yerbas chinas vendidas en el mercado, Dang Cat les contestó que las hierbas medicinales vietnamitas son mucho más baratas y propicias para los nativos, ya que el pueblo puede cultivarlas y en el futuro esta fuente medicinal será más fácil de conseguir que las yerbas chinas. El especialista compartió: “Mi método de tratamiento consiste en buscar la causa principal de la enfermedad y no curar los síntomas aparentes. Lo que me interesa más, es tratar la enfermedad para salvar a la gente, por eso debo hacer el máximo de esfuerzos. No puedo curar todas las enfermedades, pero puedo ayudar a los enfermos a recuperar del 70 al 80 por ciento de su salud y poder trabajar normalmente."

Dang Cat considera que la salud es lo más valioso de una persona y ningún dinero puede comprarla. Por lo tanto, quiere ayudar a los demás con sus experiencias. Tras jubilarse, desistió de llevar una vida cómoda al lado de sus hijos y nietos, y optó por abrir un consultorio gratuito en su propia casa. Al principio, sus pacientes fueron vecinos. Sin embargo, gracias a la fama que ganó, después numerosas personas del Norte, Sur e incluso del exterior lo buscaron para que les consultaran y trataran. Curó de todo corazón a cada enfermo. “Amo mucho a los pacientes, ya que sus dolores y enfermedades también son míos. Por eso, me esfuerzo en tratarlos de un modo eficaz y menos costoso.”

No le temió al camino largo, ni a las incomodidades para llegar en bicicleta a las casas de los indispuestos. Frente a los casos graves, instó a que se les llevara al hospital. Después que regresaban de allí estaba dispuesto a atenderlos en sus hogares. A los pobres les regaló azúcar, leche y frutas como si se tratara de familiares. Muchas personas querían pagarle. Sin embargo, el viejo médico solo sonrió y dijo: “Vivo con la jubilación del Estado y no necesito nada más.” La filantropía del médico militar hizo que la gente lo admirara y respetara. El veterano Nguyen Van Vien, amigo de Dang Cat, expresó: “Las personas como el señor Cat son muy buenas porque dedican su fuerza y sentimiento a los enfermos. Es un ejemplo en el estudio de la moral del presidente Ho Chi Minh e implementación de los trabajos útiles para el pueblo, la Patria y la sociedad.”

La alegría del médico consiste en que los pacientes recuperen su salud. Su abnegación es para este objetivo. Con sus trabajos realizados Hanoi le otorgó el título de “Buen hombre, buen hecho” y muchas personas lo llaman con cariño “Médico del pueblo.” Con cerca de 80 años de edad el médico Dang Cat nunca quiere pasar de atender al pueblo. Quizás el mayor “patrimonio” de su vida radica en el amor que profesa a su semejante en la sociedad.

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