Un lanzamiento de misil de Corea del Norte (Foto: Reuters)

En una rueda de prensa conjunta este martes en Ottawa, Tillerson declaró que Washington “sigue buscando formas de impulsar la campaña de presión contra Pyongyang, para enviar un mensaje unificado de la comunidad internacional de que no será aceptada como una nación nuclear. “El objetivo es conseguir negociaciones, pero no podemos negociar hasta que Corea del Norte esté lista para hablar”, dijo.

Añadió que a la cumbre de Vancouver asistirán los ministros de Asuntos Exteriores de los países que estuvieron implicados en la Guerra de Corea a mediados del siglo XX, a los que se sumarán “otras partes importantes” como Corea del Sur, Japón, India y Suecia.

A su vez, Freeland dijo que la cita pretende demostrar “que este es realmente un problema global” y que la comunidad internacional está unida en la “condena” a las acciones de Pyongyang.

El mismo día, el presidente surcoreano, Moon Jae-In, propuso posponer los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos e invitar a Corea del Norte a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno organizados por ese país en 2018, como un gesto encaminado a reducir las tensiones.