En cuanto al tema de Afganistán, Obama estimó que pese a la carencia de confianza entre el gobierno y las fuerzas talibán, el propio pueblo afgano debe encaminarse al diálogo para resolver el prolongado conflicto y comenzar a reconstruir el país. Al abordar el tema de la guerra en Siria, el mandatario norteamericano dijo que ha sido exagerada la información sobre una eventual intervención militar de Washington en el país árabe, y reiteró otra vez su acusación al Gobierno de Damasco de usar armas químicas en los enfrentamientos con las fuerzas opositoras. En referencia a PRISM, el polémico programa de vigilancia informática de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Obama alegó que esos servicios cumplen de manera estricta las reglas y se encuentran bajo la supervisión de un tribunal, además dice que gracias a ello se ha logrado impedir al menos 50 maniobras de atentados terroristas en el territorio nacional y también en Alemania.

A su vez, la canciller alemana, Angela Merkel, manifestó el aprecio de Berlín hacia su aliado norteamericano en el mantenimiento de la seguridad, pero al mismo tiempo sugirió garantizar la armonía entre la seguridad y la protección del derecho a la intimidad de sus ciudadanos. La jefa del Estado germano aseguró que Berlín no suministrará munición a los rebeldes sirios, aunque ya haya expirado el embargo de armas por parte de la Unión Europea.