(VOVworld) - La violencia dirigida a los musulmanes chiítas y a la familia de un abogado en Irak causó más de 50 bajas.

En la noche del 8 de agosto, un coche bomba explotó, estaba dirigido a un grupo de fieles chiítas quienes se dedican a la oración en la aldea de Al-Tanmiyh, 50 kilómetro al sureste de Bagdad, capital de Irak, con el saldo de 13 muertos y 30 heridos.

La explosión ocasionó un gran incendio en un mercado, destruyendo varios coches y tiendas. Anteriormente, en la ciudad de Baiji, 200 kilómetros al sur de Bagdad, hombres armados irrumpieron en la casa de un abogado y abrieron fuego matando a su esposa, cinco hijos y un primo que estaba con ellos.

Estos actos violentos se producen después de que la organización terrorista internacional Al Qaeda anunció recientemente las nuevas ofensivas principalmente dirigidas contra abogados y para recuperar parte de su territorio en Irak.

Según estadísticas, el número total de muertos en ataques desde principios de agosto hasta la fecha en Irak llegó a 90 personas, entre ellas 47 agentes de seguridad.