Muchas personas deben abandonar sus hogares debido a la prolongada sequía en Dolo Ado, en la frontera entre Etiopía y Somalia. (Foto: AFP/VNA)

Estas dos entidades informaron que entre esos casi 80 millones de personas, 46,8 millones provienen de siete de las ocho naciones miembros de IGAD. Se trata de Yibuti, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Tanzania, Sudán y Uganda. El resto son de Burundi, República Centroafricana y República Democrática del Congo.
Sólo en Sudán, la situación nutricional se está deteriorando rápidamente, con un aumento alarmante de los casos de desnutrición aguda, mientras que muchas regiones enfrentan un riesgo creciente de hambruna.
El reporte también estimó que el aumento del número de personas en situación de inseguridad alimentaria se debe a las inundaciones. Las lluvias torrenciales desde finales de marzo hasta abril ocasionaron graves inundaciones, especialmente en Kenia, Somalia, Burundi y Tanzania, causando grandes pérdidas humanas y materiales al arrasar grandes superficies de cultivo y obras de infraestructura importantes. Cientos de miles de personas se vieron obligadas a desplazarse para otros lugares.  
Además de la crisis alimentaria, el Cuerno de África también se enfrenta a muchos brotes epidémicos.