(VOVworld) – Los últimos observadores militares de la ONU abandonaron este martes Damasco con dirección a Beirut, capital del Líbano tras una misión de 4 meses, en la que fueron meros espectadores de la espiral de violencia en Siria, en lugar de supervisar un alto el fuego entre las tropas del presidente Bashar al-Assad y la oposición. Los 300 observadores cesaron sus tareas el pasado 19 de agosto y según el plan, la fecha tope para culminar su retirada será el próximo 24 del corriente mes.

Este martes, el viceprimer ministro sirio responsable de los asuntos económicos, Qadri Jamil mostró, la disposición de su país de discutir la dimisión de al-Assad para poner fin a la crisis política, causante de la muerte de más de 23 mil personas durante los últimos 17 meses, según algunas fuentes. No obstante, Jamil negó que esta renuncia al poder cree condiciones para las negociaciones propuestas por la oposición, EEUU y Occidente./.