El Ministerio de Relaciones Exteriores turco declaró en un comunicado que dicha decisión va en contra de las resoluciones de la ONU y la Organización para la Cooperación Islámica, relativas al estatus de esa tierra palestina ocupada ilegalmente por Israel, y además evidencia la actitud perjudicial de Washington para la paz en Oriente Medio.

Manifestantes palestinos tiran piedras contra las fuerzas de seguridad de Israel en la ciudad de Hebrón el 8 de diciembre de 2017 para protestar la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén (Foto: AFP/VNA)

Mientras, en Palestina, el vicepresidente de la Organización para la Liberación de Palestina, Elias Zananiri, apuntó que con tal disposición, Estados Unidos ya no desempeña ningún papel real en el proceso de paz en la zona.

A su vez, Nabil Abu Rudeineh, vocero del presidente palestino Mamoud Abbas, declaró que todas las acciones unilaterales sin fin de apoyo a la paz e inadecuadas a la ley internacional afectarán los esfuerzos por el alcance de un acuerdo al respecto y generarán un clima negativo. El Partido Popular de Palestina catalogó la decisión de la Administración de Donald Trump como una provocación contra su pueblo, el del mundo árabe y todos los seguidores de la libertad en este planeta. Esta formación política también refutó la calidad de patrocinador del proceso de paz de la primera potencia mundial.