En el acto de firma efectuada el domingo, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, lo calificó como un “momento histórico”, mientras que la primera ministra neozelandesa, Jacinda Arden, afirmó que el TLC es un acuerdo integral y de alta calidad.

Se prevé que, a tenor de este tratado, se eliminen todos los aranceles a las mercancías de la UE exportadas a Nueva Zelanda y se abra el mercado de servicios para el país oceánico en los campos como finanzas, telecomunicaciones, transporte marítimo y distribución. 

La presidenta de la CE destacó que el TLC recién firmado promete traer frutos a ambos lados al poder aumentar en un 30% el volumen del intercambio comercial en una década. También permitirá elevar la facturación de las ventas de la UE a Nueva Zelanda a 4 mil 500 millones de euros.

Además, se espera que las inversiones del bloque continental en Nueva Zelanda se incrementen en un 80%. 

El TLC abarca también compromisos relacionados con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y los derechos laborales básicos.

El tratado ha sido enviado al Parlamento Europeo para ser ratificado y entrará en vigor tras su ratificación, tanto en los países miembros de la UE como en Nueva Zelanda.