El proyecto se propone impulsar la reestructuración de la producción agrícola, el desarrollo de la economía rural y la urbanización, así como promover la igualdad de género.

Además, tiene como objetivo construir la infraestructura socioeconómica rural de manera sincrónica y garantizando la protección del medioambiente, a la par de preservar las culturas tradicionales y adaptarse al cambio climático para el desarrollo sostenible.

En este sentido, busca alcanzar la meta de que para 2025 el 80% de las comunas en el país cumplan los requisitos de nuevas zonas rurales y el ingreso promedio de las personas en estas áreas aumente al menos en 1,5 veces en comparación con 2020.

Se destinarán a esas labores más de 106,6 mil millones de dólares.