(VOVworld) – Año Nuevo Lunar es para los jóvenes el tiempo libre para viajar, descansar o participar en actividades sociales en vez de pasar las vacaciones con la familia como dicta la tradición.  

Este año es la cuarta vez que la familia de Cao Thi Le Anh celebra el Nuevo  Año Lunar fuera de casa. Al encontrarse en la ciudad de Sapa, a cientos de kilómetros distantes de Hanoi, Le Anh, dijo que la vacación por la fiesta del Año Nuevo es para su familia una oportunidad de pasar un tiempo junta. Más importante aún, sus hijos tendrán más experiencia, con viajar y ver cosas nuevas. “Cada año mis hijos  esperan el Nuevo Año Lunar. Están a la expectativa del viaje fuera de la ciudad. Conducimos nuestro coche al destino y hacemos parada de vez en cuando para aprender acerca de la nueva tierra.”

Antes de tener hijos, Lan Anh y su esposo pasaron la fiesta del Tet en casa. Visitaron amigos y familiares durante esos días. Pero después de tener hijos, su forma de pensar en cuanto al Tet ha cambiado. Lan Anh explica: “Cuando era joven, me enseñaron que el estar ausente en el país durante el Tet vacaciones es algo incorrecto. Pero ahora me doy cuenta de que nosotros cuidamos a nuestros mayores no sólo durante la celebración del Año Nuevo, sino todo el año. Así que si nos quedábamos en casa durante el Tet, íbamos a perder una gran cantidad de experiencia interesante en el camino.”

El fotógrafo Nguyen Thanh Cong pasa la fiesta del Tet tomando fotos para guardar momentos hermosos en su travesía por  todo el país. Todos los años se va de excursión durante la fiesta del Tet. Esta vez se dirige a la región noroccidental para captar imágenes de la flor de melocotón. Cong dice: “Para los amantes de la fotografía, Tet es la oportunidad para tomar las mejores fotos. La gente lleva su  mejor ropa, se abre un montón de festivales y hay celebraciones en todo el país que ver y fotografiar.”

Thu Huong, una trabajadora de comunicación en Hanoi pasa la fiesta del Tet con personas desamparadas. Desde hace algunos años, ha visitado as huérfanos y  ancianos solitarios a quienes hace  regalos. Dice esta joven: “Tet es un momento feliz, pero no para las personas en los centros de protección social que sufren muchas desventajas en la vida. Por eso queremos recompensar su desgracia.”

A pesar de la celebración del Año Nuevo Lunar a su manera, estos jóvenes están dispuestos a enseñar a sus hijos los valores del Tet. Le Anh comparte: “Enseñamos a nuestros hijos a hacer el pastel de arroz glutinoso y la mortadela vietnamita. Organizamos comida de fin de año y preparamos las comidas de nuevo año para ofrecer a nuestros antepasados. Damos dinero de la suerte en el primer día del nuevo año a los ancianos."

Thu Huong lleva el mejor traje para la fiesta del Tet y espera recibir de sus padres dinero de la suerte. Hacer un paseo en las horas previas del año nuevo es su pasatiempo favorito en esta ocasión. “El momento de la medianoche es sagrado. Yo siempre trato de volver a casa antes para recibir los mejores deseos de mis padres y abuelos. También preparo regalos para ellos.”

A pesar de que los jóvenes de hoy tienen diferentes formas de celebrar la fiesta tradicional del Tet, aún mantienen sus elementos esenciales, que son la celebración de los valores familiares y las costumbres milenarias. El Tet seguirá siendo sagrado para los vietnamitas, en especial para ancianos y jóvenes.