(VOVworld) - Después de 30 años, el regreso a Truong Sa inundó de emoción al teniente coronel Le Van Tan, quien había vivido y trabajado durante una década en Sinh Ton y Truong Sa grande, islas pertenecientes a este archipiélago conocido mundialmente como Spratly. En la proa del barco que le trajo a este territorio sagrado de la patria, las lágrimas corrían por las mejillas del viejo soldado. Entre las personas entusiasmadas que viajaban por primera vez a Truong Sa Grande, Van Tan caminó rápido y silenciosamente hacia un gran árbol de bang vuong, en la isla. Esta es la primera planta de la familia de barringtonia asiática en todo el archipiélago, que fue cultivada por él mismo.
En casi todas las islas de Truong Sa, el barringtonia crea el verdor
y simboliza la vitalidad del de esta tierra
Los ojos de Van Tan irradían alegría y emoción al verlo tan erguido, fuerte y verde entre rachas de viento y con el sol brillante en el mar. Sentado bajo las sombras del árbol, recuerda los primeros días que pisó esta tierra insular. Sus compañeros y él emprendieron la construcción en la isla en un contexto de muchas dificultades y penurias: no había electricidad, ni agua dulce. Las únicas comidas consistían en conservas en lata, y pescados (capturados en el mar). A los combatientes les faltaban mucho las verduras de tierra firme. El recuerdo permanente de Truong Sa en este ex jefe de la isla y otros veteranos eran días y noches atacados por la nostalgia. “Debíamos consolarnos, sembrábamos plantas y verduras y criábamos perros... para poder olvidar la morriña en las entrañas”, contó el coronel.
“A veces, en toda la isla no había ningún radio funcionando. Cuando se rompia uno debía mandarlo a reparar en tierra firme y esperar mucho tiempo. Recuerdo que en la Fiesta tradicional del Año Nuevo lunar de 1978, el jefe debía utilizar un aparato de comunicación o generadora de electricidad para captar ondas radiales al servicio de los soldados.”, recordó el veterano.
En un patrullaje, Van Tan vio flotar y acercarse a la isla una fruta rara de 4 costados. Curioso, la tomó y sembró. Día tras día, gracias a las escasas gotas reservadas del agua potable de este jefe de la isla, esa fruta brotó sus primeros retoños, lo cual era motivo de alegría y felicidad de todos los soldados acantonados en la isla. El veterano dijo con orgullo: “Este árbol secular es el barringtonia que planté hace 30 años. Luego de esta primera siembra, la multiplicamos en toda la isla y en otras islas de Truong Sa también.”
El árbol es amigo de los marinos en las islas de Truong Sa y sus flores
y frutas, un regalo especial para quienes los visitan desde tierra firme
Es espléndido el atardecer en la isla de Truong Sa Grande. Los últimos rayos del sol se filtraban entre las hojas grandes del barringtonia para posarse en la camisa del veterano. Éste miraba con atención y cariño cada hoja. Este árbol ya es un símbolo entrañable de Truong Sa, y sus frutas, un regalo precioso e indispensable para cada persona que viaja de tierra firme a sus islas. Hablando de los méritos de Le Van Tan, el comandante Nguyen Van Hien, vice jefe de la isla de Truong Sa Grande expresó: “Recordamos siempre a los primeros soldados que se consagraron a construir en esta isla como el coronel Le Van Tan. Prometemos seguir su ejemplo para defender las zonas marítimas e isleñas de la patria.”
Al despedirse de la isla Truong Sa Grande, el barco HQ 936 de la Armada nacional parecía no querer moverse, por los sentimientos de los marinos. En las manos del viejo soldado Le Van Tan y otras personas, las frutas del árbol bangvuong presumen de verdor y frescura. Tan dijo que las pondrá en el altar a los antepasados de su familia para estar más cerca de Truong Sa, la tierra sagrada de la Patria./.