A pesar de seguir el matriarcado, los varones de la etnia Raglai son quienes toman la iniciativa en las relaciones amorosas. (Foto: baotintuc.vn)

La etnia Raglai practica el matriarcado, como otros grupos étnicos minoritarios que se establecen en los bosques de Truong Son, en Tay Nguyen (Meseta Occidental o Tierras Altas centrales en español). Por eso, no es de extrañar que las personas más poderosas en la familia y en esa comunidad son las mujeres, precisamente las madres y las esposas.

En cuanto a la boda, según la tradición, es la familia de la novia la que decide los procesos prematrimoniales y se encarga de la dote. La ceremonia nupcial principal también tiene lugar en casa de la futura esposa. C’To Hoa, residente en la comuna de Phuoc Binh, del distrito de Bac Ai, dijo: “Cuando el esposo escoge a la novia, su familia no tiene que gastar nada para el casamiento. Por el contrario, la familia de la novia es quien debe preparar una gran celebración, con hasta 3 cerdos y hasta 50 tinajas de aguardiente. Debido al sistema social matriarcal, los hombres deben vivir en la casa de sus esposas, y los hijos toman el apellido de sus madres”.

A pesar de esto, las chicas solteras de este pueblo se mantienen reservadas hacia los hombres. Las jóvenes nunca son las primeras en declarar su amor, sino que son los varones quienes toman la iniciativa. Mai Tham, residente de la aldea de Ma Oai, en la comuna de Phuoc Thang, dio a conocer: “Los jóvenes tienen toda la libertad para buscar su media naranja, sin sufrir presión u obligación de ningún tipo. Un muchacho se casa con la joven de la que está enamorado. Puede retirarse de su relación si ésta no marcha bien. En este caso, ni la familia de la chica puede obligarlo a quedarse”.

“Ngu thao” es una práctica prematrimonial que permite un mejor conocimiento entre una pareja, según la tradición de la comunidad Raglai. (Foto: baotintuc.vn)

Dentro de las costumbres vinculadas al casamiento de los Raglai, “ngu thao” es un hábito particular. Esta práctica consiste en que los novios pueden dormir juntos antes del matrimonio, a condición de no sobrepasar los límites, si no quieren ser castigados. “Ngu thao” es considerada una oportunidad para que se conozcan mejor. 

Después de la ocasión, si los jóvenes se dan cuenta de que no están hechos el uno para el otro, se separarán en paz, sin resentimiento, enojo ni odio. En el caso de que se amen y quieran establecer un vínculo serio, la pareja pedirá permiso a sus familias para casarse. Un casamentero les asistirá en la pedida de mano. El señor C’To Hoa dijo: “El casamentero o la casamentera buscará una fecha adecuada para la pedida de mano. Contactará a la familia de la novia para concertar una cita. Los casamenteros deben ser personas conocedoras de las costumbres y los hábitos tradicionales. Además, deben tener buenas capacidades comunicativas”.

En cuanto a la dote, la familia de la novia es quien se ocupa de prepararla. Los progenitores de ambas partes bridan grandes apoyos a los recién casados, para favorecer el desarrollo económico del nuevo núcleo familiar. T’Nang Trac, de la comuna de Phuoc Thang, compartió: “La tradición de los Raglai reza que el hombre viva en la casa de su esposa. Los padres de ambas partes brindan a la pareja ayuda material para que desarrollen la economía del hogar. Si la familia de la novia les regala una casa o tierra, la del marido les aporta búfalos y vacas para la producción”.

Dado el importante papel que desempeña la mujer, las ceremonias nupciales se celebran en la casa de la familia de la futura esposa, una vez que estén listos los recursos y ofrendas matrimoniales. Para los Raglai, la boda es uno de los eventos más trascendentales del sistema de rituales de su ciclo vital. Las uniones en matrimonio siempre tienen lugar en presencia de familiares, parientes y toda la comunidad.