Muchos bancos vietnamitas ya  tienen preparada su propia estrategia de transformación digital. (Foto: baochinhphu.vn)

Según las estadísticas del Banco del Estado de Vietnam, hasta el 95% de los bancos nacionales han elaborado su propia estrategia de transformación digital, y de entre ellos, el 39% ya la ha aprobado o la ha integrado en sus orientaciones de desarrollo comercial y de la informática.

En el “Plan de transformación digital de la banca hasta 2025, con visión al 2030”, el Banco del Estado ha fijado como objetivo que en cinco años, más del 30% de los ingresos del 60% de las entidades de crédito nacionales provengan de canales digitales.

Para cumplir esta meta, no se centrará únicamente en la aplicación de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), la tecnología Blockchain y la automatización a nivel micro, sino también en la transformación digital de todo el modelo de negocio, la estrategia y la cultura de los bancos, sobre la base de las innovaciones tecnológicas.

Vo Tan Long, director general adjunto de la firma de consultoría PwC Vietnam, dijo: “La mayoría de los costos operativos de los bancos se centran en los de sus sucursales, especialmente en el alquiler de oficinas y el salario del personal. Para reducirlos, es necesario aumentar la capacidad de otros canales como el digital y el autoservicio y disminuir la dependencia de las sucursales físicas”.

Sin embargo, existen varios retos en el camino de la transformación digital de los bancos. Primero, la falta de perfeccionamiento del marco legal, en particular de la ley de transacciones electrónicas, está causando dificultades en la implementación de las firmas digitales y su autenticación y los contratos electrónicos en las transacciones bancarias. Segundo, quedan dificultades por sortear en la construcción de una infraestructura digital sincrónica y centralizada, con técnicos de conexión y bases de datos compartidas de estándares y seguridad altas. Además, la participación de empresas de tecnología financiera (Fintech) plantea cuestiones como la seguridad y la protección de la información. Finalmente, se ve un aumento en el número de delitos informáticos con engaños nuevos y cada vez más sofisticados.

Tran Thai Binh, director de la División de Informática de Sacombank. (Foto: tuoitre.vn)

Tran Thai Binh, director de la División de Informática del Banco Comercial de Sai Gon Thuong Tin (Sacombank), dijo que los bancos deben anticipar la siguiente ola de transformación digital. Afirmó además que el covid-19 ha impulsado a la gente a realizar transacciones y pagos en línea y esta tendencia continuará desarrollándose luego de la pandemia. Sin embargo, el mayor desafío para estas entidades de crédito consiste en promover la digitalización de sus actividades, recalcó.

Compartiendo esta opinión, muchos expertos pronosticaron que para 2025, el número de las sucursales físicas y empleados disminuirán, pero los de clientes e ingresos aumentarán. Asimismo, los bancos colaborarán con las empresas Fintech para formar un ecosistema que brindará  muchos servicios a los clientes, en adición a los tradicionales que existen ahora. Las firmas tecnológicas vietnamitas también podrían ser subcontratadas por bancos tanto nacionales como internacionales.

Bui Dinh Giap, fundador y director ejecutivo de Akabot, una plataforma integral de automatización robótica de procesos de negocios para empresas, valoró: “Los bancos cooperarán con las empresas Fintech para brindar servicios como billeteras digitales, préstamos en línea y microfinanzas. Estos se desarrollarán muy rápido en los próximos 3 años. Creo que con una fuerte transformación digital y la visión del sector bancario, Vietnam se convertirá en uno de los países líderes en el Sudeste Asiático y en Asia en la digitalización de la banca y muchos otros campos”.

La competencia por la digitalización entre bancos nunca ha sido tan feroz como en la actualidad y ciertamente continuará aumentando en los próximos años. La implementación de la banca digital en el país está en línea con la tendencia mundial, así como con la política de consumo sin efectivo del Banco del Estado. Esto no solo ayuda al desarrollo de la industria bancaria, sino que también beneficia a los clientes.