(VOVWORLD) - En los últimos días, la Franja de Gaza está siendo golpeada por oleadas de ataques aéreos entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (Hamás). La escalada de violencia con desarrollos cada vez más feroces ha hecho que la comunidad internacional se preocupe por la posibilidad de una guerra a nivel global y descontrolada.
El escudo antimisiles de la Cúpula de Hierro de Israel intercepta cohetes disparados desde la Franja de Gaza el 12 de mayo de 2021. (Foto: Reuters) |
El conflicto entre Israel y Palestina se exacerbó durante los últimos días. Se trata del enfrentamiento militar más intenso entre las dos partes desde la guerra de 2014 en la Franja de Gaza.
Aumentan las tensiones
La principal fuente del brote de conflictos entre Israel y Palestina es el desalojo por parte del Gobierno israelí de varias familias palestinas que han vivido durante mucho tiempo en la zona de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este. Enfurecidos por esta acción, muchos palestinos se reunieron frente a los edificios a los que los nuevos inquilinos acababan de mudarse.
De esta manera, estallaron enfrentamientos y Hamás, el grupo armado palestino en la Franja de Gaza, no perdió la oportunidad de fortalecer su influencia. En declaraciones el 10 de mayo, esta organización se comprometió a apoyar a los palestinos cuyas tierras fueron tomadas por los israelíes y prometió convertir varias ciudades del país judío en un “infierno”, incluida Tel Aviv. En la noche del 7 hasta la madrugada del 8 de mayo, la policía israelí lanzó una operación en el Monte del Templo, perteneciente a Jerusalén Este, para sofocar las protestas durante la oración de los musulmanes.
Las fuerzas de seguridad israelíes asaltaron el patio de la mezquita de Al-Aqsa (el tercer lugar sagrado para los musulmanes después de La Meca y Medina), utilizando gases lacrimógenos y balas de goma contra los devotos, incluidos mujeres y niños. Mientras, los manifestantes arrojaron piedras a la policía. Además, en respuesta a las acciones de Israel, se dispararon más de mil cohetes dirigidos a Tel Aviv y otras ciudades del país judío. Posteriormente, Israel utilizó aviones y misiles para contraatacar a más de 600 objetivos en la Franja de Gaza.
Estos enfrentamientos provocaron grandes pérdidas humanas y materiales para ambas partes. Según estadísticas, hasta el 13 de este mes, más de mil personas resultaron heridas y 100 fallecieron, la mayoría de ellos civiles palestinos.
Ante la escalada de violencia, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró tres sesiones de emergencia para debatir este tema. El secretario general de la ONU, António Guterres, y muchos líderes mundiales condenaron enérgicamente los ataques contra civiles y exhortaron a Israel y Palestina a actuar con moderación y evitar tomar medidas que intensifiquen el conflicto en Jerusalén Este y la Franja de Gaza. También pidieron a la comunidad internacional que trabaje en conjunto para encontrar una solución integral y sostenible sobre la base de la coexistencia de dos Estados, el de Israel y el de Palestina.
Causas de un conflicto prolongado
El conflicto israelí-palestino se ha prolongado durante décadas y Jerusalén es uno de los problemas centrales del mismo, ya que tanto Israel como Palestina reclaman a Jerusalén como su capital. Sin embargo, toda la ciudad está actualmente bajo control israelí. El estatus legal internacional de Jerusalén no se ha definido claramente.
Históricamente, después de la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel ocupó Jerusalén Este (incluida la Ciudad Vieja) y declaró a toda Jerusalén como su capital, a pesar de las objeciones internacionales en ese momento. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución para considerar “inválida” la anexión por parte de Israel de Jerusalén y su declaración como capital. Desde entonces hasta ahora ha reafirmado repetidamente esta postura.
En 1988, el Estado de Palestina declaró su establecimiento, con Jerusalén como su capital. Los Acuerdos de Paz de Oslo de 1993 entre Palestina e Israel estipulan que las dos partes deben negociar y firmar un acuerdo sobre el estado de la ciudad de Jerusalén.
Hasta ahora, 136 de los 193 países miembros de la ONU reconocen el Estado de Palestina con Jerusalén como su capital.
Se puede decir que el conflicto israelí-palestino es el más largo y complejo de la historia moderna, con muchas guerras sangrientas, pero aún no se vislumbra su fin. La expulsión por parte del Gobierno israelí de palestinos de algunas partes de Jerusalén Este la semana pasada, que coincide con el mes sagrado musulmán del Ramadán, ha exacerbado el conflicto entre ambas partes. Parece que la solución de una frontera entre los “dos Estados” en la Franja de Gaza sigue siendo separada por un abismo de conflictos interminables.