(VOVWORLD) - En medio de los altibajos geopolíticos con el debilitamiento del prestigio de la superpotencia estadounidense en numerosos puntos candentes del planeta, Rusia, bajo el liderazgo del presidente Vladimir Putin, sigue surgiendo como mediador confiable en la solución de los problemas críticos en el mundo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin. (Foto: AFP/VNA) |
Una de las actividades diplomáticas que acapararon la atención global es la cumbre Rusia-Alemania celebrada en Moscú en ocasión de la visita de la canciller germana, Angela Merkel al territorio euroasiático. Analistas evaluaron que el significado de ese evento reside en la descongelación de las relaciones entre Rusia y Occidente deterioradas durante los últimos meses y el reforzamiento de la posición de Moscú en la solución de una serie de problemas espinosos de la comunidad internacional. Al reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin el 11 de enero, la líder alemana, en nombre de la Unión Europea (UE), buscó el apoyo del Kremlin para solventar numerosos asuntos globales tales como la salvaguardia del acuerdo nuclear entre Irán y las potencias del planeta, las crisis siria y libia, el conflicto bélico en el este de Ucrania y el proyecto de oleoducto Nord Stream 2.
Expectativas en el mantenimiento del acuerdo nuclear iraní
Después de la retirada unilateral de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) firmado por Irán y el Grupo P5+1 compuesto por cinco países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania en mayo de 2018, junto con la reanudación de las sanciones contra la nación persa, esta ha recortado gradualmente sus compromisos establecidos en ese acuerdo, lo que llevó el documento al borde del colapso. Los miembros de la UE, especialmente el Reino Unido, Francia y Alemania, continúan con los esfuerzos para salvaguardar el pacto, pero no lograron resultados alentadores.
Entretanto, Rusia es una de pocas naciones que tienen buenos lazos con Irán en diversos ámbitos y asuntos internacionales. Al mismo tiempo, Moscú mantiene relaciones fructíferas con otros Estados de la región, incluidos los socios y rivales de Teherán. Estos logros ayudan a Rusia a elevar la confianza de Irán en la resolución de los temas candentes de la actual coyuntura. Es la razón por la cual los países europeos, entre ellos, Alemania, busca el respaldo de la nación euroasiática. Sin embargo, esto no quiere decir que Moscú pueda garantizar que Teherán cumplirá el PAIC y que se mantendrá ese documento en medio de los impredecibles acontecimientos en los nexos Estados Unidos-Irán.
“Gran jugador” en las crisis en Siria y Libia
Además de la cuestión nuclear iraní, Rusia continúa reafirmando su papel en un gran número de asuntos críticos en Oriente Medio, especialmente la crisis en Siria. Desde que decidiera solucionar el tema sirio en septiembre de 2015. Moscú ayudó al gobierno constitucional de Damasco a consolidar la posición frente a la expansión del Estado Islámico. Entretanto, el papel de Estados Unidos en ese territorio se aminoró cada día, especialmente después de la retirada de sus tropas del norte de Siria en octubre de 2019, mientras Rusia y Turquía alcanzaron el cese al fuego en la provincia de Idlib, al noreste de Siria, vigente desde el 9 de enero de 2020.
En cuanto a la crisis libia, Moscú y Ankara están determinados a promover una tregua entre las partes involucradas para abrir nuevas expectativas sobre el fin de los enfrentamientos bélicos comenzados en abril de 2019 que cobraron miles de vidas y dejaron más de 300 mil personas sin techo. En este sentido, ambos países desempeñan su propio rol, pero igual de importante. Rusia no interviene directamente en los asuntos de Libia, pero las fuerzas pro Moscú apoyan al Ejército Nacional Libio liderado por el general Khalifa Haftar frente a las simpatizantes del Gobierno de Unión Nacional respaldadas por Turquía. Las reuniones de alto nivel entre ambas facciones siguen siendo organizadas de modo enérgico en Moscú.
Además de los puntos candentes en Oriente Medio, Rusia juega un papel primordial en la estabilización y la conclusión de los conflictos en el este de Ucrania. En diciembre de 2019, el presidente ruso, Vladimir Putin contribuyó, en gran medida al éxito de la cumbre de Normandía sobre el tema ucraniano, celebrada en París (Francia) con diversos acuerdos alcanzados.
En vísperas de la visita a Rusia, la canciller Angela Merkel y muchos otros políticos de Alemania destacaron el rol de Moscú en solventar las crisis del mundo. Omid Nouripour, encargado de la política exterior del Partido Verde afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin es el líder con mayor influencia en la solución de los problemas críticos en Oriente Medio, Libia y el este de Ucrania.