(VOVWORLD) - A principios de julio, varios países e instituciones financieras internacionales impulsaron los primeros esfuerzos para reconstruir Ucrania, un país del espacio postsoviético gravemente afectado por la operación militar especial lanzada por Rusia a partir del pasado 24 de febrero. Sin embargo, muchos analistas estimaron que la reconstrucción de Ucrania es una tarea desafiante porque requiere enormes recursos financieros junto con planes de acción concretos y estrategias a largo plazo para implementarla.
El informe del Gobierno de Kiev en la Conferencia de Reconstrucción de Ucrania celebrada en la ciudad de Lugano (Suiza) los pasados días 4 y 5 de julio, indicó que, hasta ahora se necesitan una suma de alrededor de 750 a 770 mil millones de dólares para llevar a cabo esta labor. Se trata de sumas inmensas, las cuales superan muchas veces el tamaño de la mayoría de las economías del mundo. Sin embargo, ese no es el único desafío para la futura reconstrucción de este país.
Representantes de los países reunidos el 5 de julio en Lugano, Suiza sobre la reconstrucción de Ucrania. (Foto: Foto: AFP) |
Grandes desafíos
En su discurso de apertura, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, enfatizó que su país estaba devastado y que la inversión monetaria para reconstruirlo era inconmensurable. En consecuencia, detalló que el costo del referido proceso está estimado en 750 mil millones de dólares. Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al intervenir en la conferencia de Lugano por videoconferencia señaló que la reconstrucción de su nación es “tarea de todos los países democráticos del mundo”.
Según dirigentes políticos y expertos internacionales, los países asistentes a la conferencia aún no han decidido aprobar la cantidad de 750 mil millones de dólares para reconstruir Ucrania, aún así, sí se llegará a lograr semejante aprobación esto requerirá de la buena voluntad y generosa aportación financiera de numerosas naciones, especialmente las más ricas del mundo. Pero en el contexto actual, son las principales economías y los países ricos que a su vez también enfrentan serios desafíos económicos debido a la alta inflación y la subida de los precios de las materias primas, no hay ninguna garantía de una generosa donación por parte de ellos.
Adicionalmente, la futura reconstrucción de Ucrania debe trazar planes, estrategias y hojas de ruta, en las cuales incluyan la repatriación y estabilización de los más de 10 millones de ucranianos que huyeron en busca de refugio. Eso sin mencionar el hecho de que los conflictos todavía se prolonguen y haya más ucranianos que deban refugiarse y que más obras de infraestructura deban ser reconstruidas. Compartiendo la misma opinión, el embajador de Suiza encargado de celebrar la conferencia de Lugano, Simon Pidoux dijo que era demasiado pronto para estimar todas las necesidades y señaló que “los esfuerzos de reconstrucción durarán años, incluso décadas”.
Soluciones y perspectivas
Uno de los resultados notables en la Conferencia de Reconstrucción de Ucrania fue la adopción de la declaración de Lugano por parte de los líderes de unos 40 países y organizaciones internacionales como el Banco Europeo de Inversiones y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en la cual se comprometieron a proporcionar asistencia política, financiera y técnica a Ucrania para llevar a cabo su reconstrucción. Sin embargo, no se han publicado ninguna suma específica en este documento.
Mientras tanto, cada vez hay más opiniones en la política occidental que piden la confiscación de los bienes del gobierno ruso y de sus oligarcas en el extranjero para financiar la reconstrucción de Ucrania. Se estima que desde que Moscú lanzó una operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero, los países occidentales congelaron alrededor de 300 mil millones de dólares en activos del Banco Central de Rusia en el extranjero y al tiempo que confiscaron yates y bienes inmuebles de muchos magnates del país euroasiático.
Un edificio gravemente dañado durante el conflicto entre Rusia y Ucrania en la ciudad de Sievierodonetsk, provincia de Lugansk, el 1 de julio. (Foto: Reuters) |
De esta manera, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado la decisión de vender algunas propiedades confiscadas. Además, la Administración de Washington planea utilizar los activos congelados del Banco Central de Rusia para apoyar a Kiev. La medida fue refrendada por el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.
Sin embargo, las antes mencionadas medidas se enfrentan a la oposición dentro de los propios países occidentales. Al intervenir en la Conferencia de Reconstrucción de Ucrania el 5 de julio, el presidente suizo Ignazio Cassis advirtió sobre las consecuencias negativas si Rusia transfiere activos rusos congelados a Ucrania. El mandatario suizo afirmó que “los derechos de propiedad son los derechos humanos fundamentales” y que la idea de entregar activos rusos congelados a Ucrania sentaría un “precedente peligroso, que socavan los cimientos del orden internacional”.
A su vez, muchos analistas comparten este punto de vista, enfatizando que todas las soluciones y acciones relacionadas en este campo deben basarse en el derecho internacional. Y para que cualquier plan de reconstrucción en el futuro sea factible, lo más importante ahora para todas las partes en pugna y la comunidad internacional es promover las negociaciones, intensificar los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto lo antes posible y así restablecer la paz y la estabilidad necesaria en Ucrania.