Chuyen My, reino de productos de nácar en Vietnam

(VOVWORLD) - Los muebles y objetos de bellas artes con conchas incrustadas son productos artesanales altamente apreciados en Vietnam desde hace mucho tiempo. Entre las localidades apegadas a este oficio tradicional la más famosa es la comuna de Chuyen My, del distrito de Phu Xuyen, en las afueras de Hanói. Sus siete aldeas se dedican a la taracea, pero la de Chuon Ngo es conocida como la cuna del fundador de este gran gremio artesanal de más de mil años de historia.

Según textos antiguos de la aldea de Chuon Ngo preservados hasta ahora, la incrustación sobre madera se remonta al siglo XI, y Truong Cong Thanh, general talentoso y gran conocedor de la literatura, nacido en 1009 en la dinastía Ly, fue quien enseñó a la población local a trabajar el nácar. En la Casa Comunal de ese poblado se venera a ese hombre considerado como el promotor del oficio.

Chuyen My, reino de productos de nácar en Vietnam - ảnh 1 La aldea de Chuon Ngo mantiene el oficio tradicional de incrustar el nácar sobre la madera 

Los productos de Chuon Ngo son más apreciados que los hechos en otros lugares, por el trabajo sofisticado de sus creaciones y la diversidad de sus diseños. 

El artesano Nguyen Van Lang, residente de Chuon Ngo, explicó: “La comuna de Chuyen My está compuesta por siete aldeas, pero la aldea de Chuon Ngo tiene más secretos de la taracea con el nácar que todas, ya que es la tierra del fundador del oficio. Muchas personas han acudido a mi poblado para aprender a incrustar en la madera, pero sus productos nunca pueden compararse con los hechos en este lugar. Se diferencian por la excelente incrustación y la ingeniosa combinación de brillos de los objetos”.

Las materias primas que usan los artesanos de la comuna de Chuyen My son caparazones calcáreos de almejas, navajas y caracoles, tanto del país como importados de China, Tailandia, Indonesia y Singapur, entre otros países. Esta localidad se ha convertido últimamente en un gran taller de procesamiento de conchas para todos los lugares que las necesitan. De esas materias primas que parecen inútiles, los artesanos pueden crear cualquier adorno más complicado. Uno de ellos, Vu Van Vinh, radicado en la aldea de Thuong, dio a conocer: “Actualmente, en la comuna de Chuyen My hay unos 20 artesanos. Por ser un oficio artesanal son muy necesarios el sentido estético, la habilidad y la creatividad de los fabricantes. De las cáscaras de almejas y caracoles, separamos el nácar y lo cortamos en piezas de diferentes tamaños. Después de grabar la madera en huecos, pegamos esas piezas y luego, pulimos la superficie para dar un producto completo. Lo que se debe saber, es que el caracol y la concha dan brillos diferentes. Siguiendo la dirección de la luz, el primero da tres colores, mientras que la otra, solo uno. El brillo puede verse claro desde el frente y oscuro de lado. En términos de proporciones, de 10 kilogramos de conchas de almejas obtenemos 3 kilos de nácar, mientras la misma cantidad de cáscaras de caracoles dan solo dos kilos procesados”.

Chuyen My, reino de productos de nácar en Vietnam - ảnh 2 Una tienda de productos taraceados con el nácar en una feria comercial en Vietnam

Los artesanos de Chuyen My nunca han sido tan solicitados como en las últimas tres décadas. Para ser más competitivos, algunos se han especializado en la comercialización de conchas, otros en la incrustación de madera o en muebles y paneles. Las tiendas brotaron como hongos después de la lluvia. Decenas de empresas se han establecido, contratando a miles de trabajadores locales, como señaló Nguyen Duc Biet, residente de Chuon Ngo.

“Durante mucho tiempo, los mejores artesanos de nuestro pueblo han ido a transmitir sus conocimientos en todo el país e incluso en el extranjero. Con motivo del milenio de Thang Long-Hanoi, yo mismo hice una pintura con incrustaciones de nácar que representa el edicto real mediante el cual el rey Ly Thai To ordenó el traslado de la capital a Hanói. Ese trabajo, de más de tres metros de largo y casi dos metros de altura, estuvo expuesto en el Parque Botánico de la ciudad y ahora se puede apreciar en el museo privado de Vu Duc Thang, que es un artesano de la aldea de Bat Trang”, contó el artesano.

En Chuyen My, la artesanía tradicional aún tiene un brillante futuro por delante. La generación más joven también está lista para apoderarse de las técnicas ancestrales para seguir el camino de sus antepasados.

Cuando se trata de promocionar sus productos en el mercado vietnamita e internacional, los artesanos de esa comuna no dudan en utilizar el marketing y las tecnologías de la información. Muchos de ellos se han convertido en multimillonarios. También, varios de sus trabajadores fueron reconocidos con el título de Héroe de Trabajo en el tiempo de la renovación. Los productos artesanales de Chuyen My están por conquistar un mercado más amplio más allá de los tradicionales como China Japón y Singapur o los del Reino Unido, Estados Unidos y Rusia.

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