(VOVWORLD) - Los 28 países miembros de la Unión Europea (UE) pidieron el 10 de octubre a Turquía poner fin a su acción militar unilateral contra las fuerzas kurdas y consideraron pocas posibilidades de que la denominada “zona segura” en el noreste de Siria propuesta por Ankara satisfaga las condiciones internacionales sobre el amparo de los exiliados. También afirmaron que no suministrarán ayuda a los territorios donde se desprecia el derecho de la ciudadanía.
En su página de Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean Yves Le Drian, criticó los ataques e instó a terminarlos. Reiteró que estos asaltos cuestionan el tema de seguridad y los esfuerzos de la alianza militar en la lucha contra el autoproclamado “Estado Islámico”, además de amenazar la seguridad en el Viejo Continente.
Soldados turcos en el municipio de Saraqib, provincia de Idlib al noreste de Siria (Foto: AFP/VNA) |
El jefe de la diplomacia de Alemania, Heiko Maas, evaluó que con sus ataques, Turquía perjudicaría la estabilidad regional y contribuiría al surgimiento del yihadismo. Afirmó que Siria necesita la estabilidad y un proceso político, pero la ofensiva de Ankara provocaría una nueva crisis humanitaria. De esta manera, exhortó a poner coto a esa campaña para garantizar los intereses de seguridad por medios pacíficos.
El mismo día, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland rechazó los ataques turcos considerándolos una amenaza a la frágil estabilidad de la región y un perjuicio a los esfuerzos por aniquilar al Estado Islámico. Urgió a proteger al sector civil y llamó a las partes involucradas a acatar las leyes internacionales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump se mostró esperanzado en que su homólogo turco, Recep Tayip Erdogan actúe racionalmente. Desde la Casa Blanca, Trump advirtió que "arruinará" la economía de Turquía si la ofensiva de Ankara aniquila la población kurda.
El Comité Internacional de la Cruz Roja expresó la profunda preocupación y alertó que cualquier conflicto puede causar un grave impacto en cientos de miles de personas que ya están sufriendo en el noreste de Siria. En este sentido, destacó la necesidad de mantener la ayuda humanitaria en la zona.
Los países de Oriente Medio también rechazaron la operación militar de Ankara.
El canal televisivo de Irán IRIB anunció el 9 de octubre que el presidente del Parlamento, Ali Larijani, canceló su visita a Turquía debido a dicho incidente. Mientras, Arabia Saudita calificó de “invasión” la acción de Ankara porque viola gravemente la integridad territorial, la independencia y la soberanía nacional de Siria.
La Liga Árabe convocó una reunión urgente para debatir la ofensiva turca. El asistente del secretario general del bloque, Hossam Zaki, informó que la cita tendrá lugar el 12 de octubre en El Cairo, capital de Egipto, para analizar la invasión de Turquía a Siria. Describió esa acción como “violación territorial” a una nación integrante de la Liga Árabe. Con anterioridad, esta agrupación advirtió que los ataques turcos conducirían al surgimiento del Estado Islámico.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres reiteró la importancia del acatamiento de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional Humanitario. Entretanto, la agencia de noticias de Siria SANA reportó que al menos ocho civiles murieron y 20 resultaron heridos en una operación de Ankara llevada a cabo el 9 del presente mes en la provincia de Hasakah, al noreste del país.