Así lo afirmó el primer ministro Pham Minh Chinh al visitar y entregar este viernes donaciones a los niños en el Centro de Amparo de Menores con Discapacidad en Hanói, con motivo del Día Internacional del Niño (1 de junio) y al Mes de Acción por la Infancia.

El primer ministro Pham Minh Chinh entrega donaciones a los niños. (Foto: VNA)

Según Minh Chinh es necesario respetar y escuchar las opiniones y deseos de los niños; no discriminar y garantizar el interés superior de los menores, y al mismo tiempo considerar el cuidado, la educación y la protección infantil como un asunto estratégico y de largo plazo.

El jefe de Gobierno propuso, además: “Necesitamos tener mayor determinación, mayores esfuerzos, más acciones prácticas y más recursos para hacer un buen trabajo al cuidar, educar y proteger a los niños en el futuro. Cada familia debe ser realmente un hogar lleno de amor para que los pequeños puedan ser atendidos, cuidados y sentirse seguros y felices. Cada escuela debe ser un hogar feliz, para que los pequeños puedan aprender, practicar, interactuar, crecer y desarrollarse. Toda la comunidad y la sociedad deben actuar prácticamente con la mayor responsabilidad. Ser un apoyo sólido, un lugar para que nuestros hijos depositen su fe, amor y confianza en el futuro”.

En este sentido, instó a los niveles, sectores, localidades, organizaciones sociales, asociaciones y pobladores a prestar atención a la educación y la salud de los niños, especialmente los menores en difícil situación, los discapacitados y los huérfanos.

Las autoridades locales a todos los niveles deben promover la cooperación público-privada, atraer recursos sociales para invertir en instalaciones y equipos específicos de enseñanza y aprendizaje como el Sistema Braille, dispositivos de ayuda para estudiantes con discapacidad auditiva y visual, autismo y discapacidad intelectual, y continuar implementando plenamente las políticas para alumnos en circunstancias especiales.