(VOVWORLD) - Cuando escasea el dinero, incluso conseguir un kilo de arroz puede ser una odisea. Por esta razón, últimamente se han instalado en Vietnam máquinas que proporcionan arroz gratis a las personas más afectadas por la epidemia de Covid-19. Después de implementarse en Ciudad Ho Chi Minh, este modelo también ha llegado a otras localidades como Hanói, Da Nang, Can Tho, Long An y Tien Giang. En la capital vietnamita, la iniciativa ha sido posible gracias a los esfuerzos de un ciudadano.
El primer expendedor de arroz gratuito en Hanói se puso en funcionamiento la mañana del 11 de abril en la Casa Cultural del barrio de Nghia Tan, en el distrito de Cau Giay. Esta iniciativa ha contribuido a ayudar a los ciudadanos con pocos recursos económicos y a los que se han quedado sin empleo o ingresos a causa del nuevo coronavirus. Mediante este mecanismo, una persona puede recibir tres kilogramos de arroz por día. Tras presionar un botón, uno solo necesita poner una bolsa o una caja abierta debajo de la boca de un tubo conectado con un gran contenedor para recibir el grano.
Nguyen Manh Hung, autor de la máquina expendedora de arroz gratuito en Hanói |
Este dispositivo fue creado por Nguyen Manh Hung, dueño de la compañía de libros Thai Ha, radicado en Cau Giay. Al referirse a la idea que lo condujo a poner en marcha el primer expendedor de arroz en la capital, Hung contó: “En la mañana del 8 de abril, a través de un periódico me enteré de la creación y puesta en funcionamiento en Ciudad Ho Chi Minh de una máquina que daba arroz gratis a las personas. Me pareció algo increíble. Antes de conocer la información, conversé con el exdirector del Instituto Central de Hematología y Transfusión de Sangre, Nguyen Anh Tri. Sabemos que por la epidemia muchas personas no tienen ingresos y no pueden comprar alimentos, como los vendedores de flores y suvenires en las calles, por ejemplo. Así que colgué una publicación en mi cuenta de Facebook en la que invité a mis seguidores a apoyar mi proyecto”.
Inmediatamente después, Hung y sus amigos aceleraron los pasos para hacer realidad esa idea. Gracias al respaldo y los aportes financieros de su familia, sus amigos y la comunidad, el empresario comenzó a crear el primer sistema expendedor de arroz en Hanói cuyo objetivo es ayudar a los más vulnerables.
Transportan arroz a la Casa Cultural de Nghia Tan para proporcionar a las personas desafavorecidas
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El lugar escogido para instalarlo fue la Casa Cultural de Nghia Tan, en el mismo distrito en el que Nguyen Manh Hung y su familia residen. Muchas personas llegan aquí para recibir la asistencia. Nguyen Thi Dao, una empleada del Servicio de Limpieza e Higiene Ambiental, contó que el día antes de la puesta en marcha de la máquina de distribución de arroz, mientras estaba trabajando, escuchó información sobre el hecho por la radio. Entonces, la mañana siguiente se levantó temprano para ir a recibirlo. La mujer expresó: “La vida de mi familia, con mi marido y un hijo pequeño, depende de mi salario de solo cuatro millones de dongs (más de 171 dólares) por mes. Enfrentamos muchas penurias. En el tiempo de epidemia, hay días que no trabajo. Este programa es aplaudido por toda la comunidad. Realmente, nos ayuda mucho. Tres kilos de arroz significan dos días sin preocupación por el alimento”.
Las personas que vienen a recibir el arroz no tienen que presionar con la mano el botón de activación como los residentes en Ciudad Ho Chi Minh, sino que con un pie pisan una palanca para evitar los riesgos de contagio del coronavirus. También deben limpiarse las manos con gel antibacteriano equipado por los organizadores y hacer cola manteniendo una distancia de dos metros entre sí.
La gente hace cola para recibir arroz gratuito en la Casa Cultural de Nghia Tan |
Muchos jóvenes acuden al lugar como voluntarios del proyecto. Pintan líneas en el suelo para indicar la distancia a mantener entre las personas que esperan su turno y ayudan a garantizar el orden y la seguridad. Al lado del sistema dispensador de arroz siempre hay dos voluntarios para distribuir gel desinfectante, recordar a la gente ponerse la mascarilla y orientarle a usar la máquina.
Cabe destacar que el arroz ha sido recaudado por el mismo promotor Nguyen Manh Hung y otros miembros de la comunidad. Al decidir crear este dispositivo, Hung se encontró con varias dificultades, pero no se dio por vencido. Él compartió: “Algunas personas expresaron sus dudas e incluso se opusieron a mi idea. Pero, les dije que, si otros pudieron conseguirlo, yo también. No somos personas conocedoras de la técnica para construir la máquina, además, era difícil comprar los materiales ya que en pleno periodo de confinamiento estaban cerradas todas las tiendas. No obstante, cuento con el apoyo de muchas personas de corazón. Cada uno aporta lo que puede. Y así es como logramos ponerla en funcionamiento”.
Con los esfuerzos de personas como Nguyen Manh Hung y la contribución de muchos benefactores, los también llamados “cajeros automáticos de arroz” han traído alegría a muchos ciudadanos en situación difícil en la capital en el tiempo del Covid-19.