A unos 60 kilómetros del centro de Hanói, en la ladera occidental de la montaña de Ba Vi, se encuentra la aldea Mien, rodeada por varios valles, colinas, cascadas y arroyos. Esta finca, entretejida con el Parque Nacional de Ba Vi como los dientes de un peine, alberga áreas de vegetación que se han resguardado, regenerado y desarrollado gracias a los años de forestación y protección forestal de la localidad.

Por generaciones, los aldeanos, en su mayoría de la etnia Dao Quan Chet, han dependido de los bosques y montes, cultivando, cosechando y procesando plantas medicinales. Actualmente, más del 80 % de las familias locales se dedican a la producción y el tratamiento de enfermedades basados en las hierbas de la montaña de Ba Vi. En efecto, lo primero que impresiona a los visitantes a la aldea Mien son el aire fresco, la tranquilidad y los caminos rurales aromatizados con esos fármacos naturales. La herborista Trieu Thi Dung compartió:

“Como residían en montañas, los pobladores no tenían acceso a la atención hospitalaria y recurrían a los remedios naturales para curarse a sí mismos y a la comunidad. Las técnicas se traspasaron de generación en generación”.

Ceremonia de anuncio del sitio de turismo comunitario de la aldea Mien, en el pueblo de Hop Son, comuna de Ba Vi, Hanoi. (Foto: Hoang Quyen)

Antes, los Dao recogían hierbas en los bosques para el baño solo en el último día del año como bienvenida al nuevo, o las reservaban para sus estimados visitantes. Pero hoy día han convertido el baño herbal en un producto turístico único.

Ese, junto con las ofertas de cuidado facial, lavado de cabello, remojo de pies y atención al cuello y los hombros con plantas medicinales, hace de la aldea Mien un destino preferido por numerosos turistas los fines de semana.

“Estuve muy cómoda y relajada. Mientras me remojé los pies, las técnicas también me ofrecieron masaje. El desbloqueo de meridianos me hizo sentir notablemente más sana”.

Otro atractivo del mencionado lugar son los platos elaborados con plantas medicinales de los Dao Quan Chet. Los aldeanos incorporan con destreza las recetas médicas conservadas por su familia a la comida para crear sabores típicos y dar a conocer, mediante sus maneras de preparar y disfrutarla, los buenos valores culturales de dicho grupo étnico.

Ly Thi Hue, una lugareña, comentó: “El pastel de arroz glutinoso de los Dao contiene hojas de planta que le dan un color especial y un efecto beneficioso para la salud. El arroz glutinoso con calabacín, awapuhi (también denominado jengibre amargo) y pollo es muy bueno para las mujeres recién paridas. El awapuhi puede usarse para personas resfriadas o con extremidades frías. La carne porcina estofada con ñame, bayas de goji y jujube es un superalimento que normalmente se sirve a personas con deficiencia renal. O el vegetal ‘rau bao’ (Sonchus wightianus DC.) puede eliminar el calor, desintoxicar y reducir la inflamación”.

Turistas experimentan baños de pies con hojas medicinales. (Foto: Hoang Quyen)

Al respecto, la turista Mai Thi Lien expresó: “Me impresionan la pristinidad de todo aquí y especialmente su exótica gastronomía. La bandeja de platos elaborados desde hojas de los Dao es fascinante, sobre todo las anécdotas detrás de cada uno, que les añaden una mayor significación”.

El modelo de turismo comunitario desplegado en la aldea Mien, a juicio de los profesionales, porta un enorme potencial para la industria sin humo de Hanói y también de Vietnam.

Vu Van Tuyen, director general de la empresa de viajes Travelogy, indicó: “Muy pocos lugares aledaños a la capital Hanói tienen paisajes tan hermosos y una ubicación tan ideal como la aldea Mien. Allí hay montes y bosques de plantas típicas de los Dao. Durante generaciones, compatriotas de esa etnia han dado renombre a cuantiosas hierbas. Por eso, el diseño de productos pensados en la comunidad, en la cual la gente actúa como núcleo, brindará ofertas de gran atracción a los turistas”.