(VOVWORLD) - Desde hace un decenio, los Bahnar residentes en la comuna de Glar, del distrito de Dak Doa, en la provincia de Gia Lai, se suman a la restauración y al desarrollo del tejido de brocados, un oficio tradicional de su pueblo. Esta actividad se desarrolla mediante la Cooperativa de Agricultura y Tejido del lugar y supone ingresos estables a sus trabajadores.
Los telares que parecían caer en el olvido, volvieron a funcionar en las familias autóctonas algo más de 10 años atrás. Cuando no tienen que ir a las plantaciones de pimienta o café, las mujeres de la comuna Glar se reúnen para hilar y tejer. De sus hábiles manos nacen brocados que sirven como prendas de vestir, artículos de decoración y todo tipo de accesorios (chales, bufandas, cinturones, etc.…).
Una mujer Ba Na trabajando con telar de su casa (Foto: VNA) |
Una de las personas pioneras en este trabajo es Mlop, quien fundó la Cooperativa de Agricultura y Tejido de la comuna de Glar en 2006 con la intención de restaurar y desarrollar el oficio tradicional de su pueblo, una idea que tenía en mente desde hacía 20 años. Sus trabajadoras no tienen que ocuparse de cultivar algodón, elaborar fibras textiles del mismo y teñir los hilos con raíces y hojas de plantas, carbón o cáscaras de almeja como lo hacían sus antepasados, sino que pueden usar colores industriales y comprar hilos para confeccionar las telas. Además, los productos de la cooperativa son muy apreciados por su calidad y por mantener los diseños y motivos decorativos típicos de la comunidad Bahnar. Mlop dio a conocer al respecto: “El arte de tejido se practica en nuestra comunidad desde hace tiempo, pero hubo momentos en los que sufrió una merma considerable. A mí siempre me ha apasionado este oficio y comencé a dedicarme a la fabricación y venta de brocados en 1990. Cuando estaba en el cuarto o quinto curso de primaria, ya era experta en el hilado y el tejido. Ahora la tejedura nos cuesta menos trabajo, ya que no hacemos fibras textiles de algodón, sino que compramos hilos en el mercado”.
Las mujeres son las personas más activas en la preservación y el desarrollo del arte de tejido tradicional de la etnia Bahnar (Foto: Internet) |
En el momento en que Mlop instauró la cooperativa, la comuna Glar contaba con unos pocos hogares que aún mantenían el oficio, y producían solo lo necesario para el consumo familiar y para lucir en las fiestas comunitarias. Entonces, la compañía tenía solamente 40 miembros, mujeres étnicas como Mlop, y sus productos eran principalmente taparrabos, prendas de vestir para mujeres y hombres, además de bolsas y billeteros. La fundadora de la cooperativa dijo: “El arte de tejido de manera tradicional nos da un ingreso modesto, pero cada vez que tenemos algo de tiempo nos reunimos para elaborar telas juntas. Yo me encargo de la distribución de nuestros productos, destinados a muchos lugares, desde las provincias cercanas hasta Ciudad Ho Chi Minh y Nha Trang. Actualmente, su consumo es bastante estable”.
El éxito de la Cooperativa de Agricultura y Tejido de la comuna de Glar se basa mucho a la actividad de las familias autóctonas. Después de 10 años de operación, esta entidad se ha ampliado a más de 300 integrantes. Gracias al sentido de solidaridad y al mutuo aprendizaje entre las tejedoras, el nivel profesional de cada una ha mejorado considerablemente, lo que se refleja en los diversos productos y su calidad. Una de las trabajadoras de la cooperativa, Hngai comentó: “Aprendí a tejer desde pequeña y llegué a dominar esta habilidad cuando estaba en el quinto o sexto grado escolar. Tras inscribirme en el curso que imparte la señora Mlop, ahora me toca a mí enseñar el oficio a las novatas. Deseo abrir más clases como esta para compartir esta técnica tradicional de mi etnia con otros pobladores y así mantener los rasgos culturales peculiares de nuestra comunidad”.
A través de 4 cursos, cada uno de 3 meses de duración, la referida cooperativa ha capacitado a unas 200 mujeres, transmitiéndoles destrezas desde básicas hasta avanzadas. Mlop añadió: “La tejedura ha experimentado un fuerte desarrollo en mi localidad en los últimos tiempos. Las alumnas también participan en estos cursos durante sus vacaciones de verano, ya que organizamos clases especiales para este sector, cada una con 30 estudiantes. Las mujeres de mi etnia tejen cuando tienen tiempo libre, ya que se dedican principalmente al cultivo del café y la pimienta. Este oficio nos brinda un ingreso mensual de más de 3 millones de dongs (unos 132 dólares estadounidenses) por persona”.
Más del 95% de esta población, de 10 mil habitantes, de la comuna de Glar pertenecen a la etnia Bahnar. El fomento del tejido de brocados no solo ayuda a estos autóctonos a mantener la identidad cultural de su pueblo, sino que además contribuye a mejorar su economía facilitando la erradicación del hambre y la disminución de la pobreza. El gobierno provincial también ha celebrado festivales y concursos de tejer y ha brindado apoyos a la creación de cooperativas y clubes de brocados, a fin de estimular a los Bahnar a participar más activamente en la preservación y promoción de este oficio tradicional legado por sus antepasados.