(VOVworld) - Unas cien fotografías que retratan a las casas comunales vietnamitas en distintas localidades, se muestran al público capitalino en la exposición “Casas comunales vietnamitas: Restos y pérdidas”. Las mismas buscan honrar las características arquitectónicas y escultóricas de los pabellones tradicionales y la belleza de los más famosos como Tay Dang, Chu Quyen (en Hanoi), Dong Ky (en Bac Ninh) o Huong Canh (en Vinh Phuc). Asimismo la exhibición transmite una advertencia sobre el mal estado y la posible pérdida de dichas obras tan antiguas.

Esta exposición deja sumamente asombrado al público, tanto a los conocedores de vestigios vietnamitas como a quienes la visitan por placer, gracias a la hermosura de su arquitectura y a lo magistral  de las esculturas que poseen estas casas comunales de aproximadamente 600 años de antigüedad.

La casa comunal es donde se realizan las actividades comunitarias y la veneración al fundador de una aldea

Las construcciones reflejan en sí mismas contenidos temáticos, donde destacan figuras mitológicas como dragones y hadas, incluso se aprecia la vida cotidiana de los campesinos de la época, como la lucha libre u otras actividades usuales así como el amor de pareja.

Nguyen Ky, quién se dedica a estudiar los patrimonios arquitectónicos tradicionales, comenta que los ancestros vietnamitas dejaron a las generaciones posteriores esta herencia formada por construcciones propias de su época, elaboradas con gran excelencia arquitectónica, por casas comunales, templos, pagodas, estelas de piedra con prosas perforadas y torres. Sin duda, son patrimonios tangibles centenarios que no se restauran fácilmente si no se conservan apropiadamente. “En mi opinión, hay que conservar no solo las casas comunales sino también la arquitectura y las esculturas en las pagodas y pequeños templos. Las pagodas se construyeron muchos siglos antes que las casas comunales. La arquitectura de las pagodas es muy característica. Mientras tanto, las casas comunales que aún existen, aunque fueron edificadas en el siglo XV, muestran la genialidad creativa y la habilidad de nuestros antepasados. La imagen de los campesinos en su día a día fue incluida en la creación arquitectónica de las casas comunales de manera más natural y no existe la lejanía y ninguna señal de superioridad divina en las mismas,” dijo Nguyen Ky.

La belleza arquitectónica y los valores culturales de las casas comunales resaltan en las fotos expuestas, al igual que su situación actual

Pese a que la exhibición se limita a dar a conocer la magnificencia estructural de algunas casas comunales conocidas como Tay Dang, Chu Quyen, Huong Canh o Dong Ky, logra resaltar los valores culturales tradicionales que hay en ellas. En el pasado estos pabellones eran el lugar donde se honraba al líder de una comuna, siendo también el sitio en el cual la comunidad hacía sus ritos y fiestas. Por tal motivo, a los ojos de los vietnamitas, las casas comunales son sagradas y familiares, al mismo tiempo, es razón por la cual muchos siguen existiendo luego de 600 años de historia. Nguyen Duc Binh, jefe del grupo de Casas Comunales Vietnamitas, dice: “Estas construcciones siempre fueron creadas por los propios habitantes de su comunidad. En esta exposición, nos gustaría hacer mención no solo a un patrimonio material que se encuentra en abandono, sino también al espacio cultural de una comuna, las costumbres relacionadas a la misma y al deseo de que las casas comunales vuelvan a cumplir su función original: donde tienen lugar las actividades comunitarias. La gente podría acudir allí a descansar o conversar con los demás, ya que es allí donde el pueblo comparte entre sí.”

Visitantes aprecian el mensaje cultural de los ancestros transmitido a través de las construcciones antiguas como las casas comunales

Hoy en día, las comunas cerradas, con modelos de agricultura tradicional se están eliminando debido a la rápida urbanización y modernización. En tal sentido, las funciones típicas de las casas comunales también se ven más reducidas, aun así, siguen  existiendo como patrimonios de los ancestros y lugares culturales de interés. Son como un diccionario que contiene historias acerca de las aldeas durante la época feudal, su vida diaria, su sociedad, su arquitectura y su escultura. Algunas obras se han deformado o perdido en su totalidad,  otras están deterioradas por restauraciones inapropiadas. Sin embargo, desde un punto de vista general, siguen presentes entre nosotros. Según Nguyen Ky, su existencia es eterna y representa el espíritu de las aldeas rurales, al lado de las pagodas, las higueras y los embarcaderos. “Los mayores decían “si la comuna sigue existiendo, la patria también; cuando la comuna desaparezca, lo mismo pasará con el país”. Las pagodas y las casas comunales son el alma de una comuna, por lo que se destaca la importancia de la permanencia de estas obras como representación de un poblado vivo. No he visto a nadie que se haya atrevido a destruirlas. Estamos ante la realidad de que en algunos sitios la conservación y la restauración de estos patrimonios no se ha hecho debidamente, pero aún confío en la esencia de ellos y en su arquitectura. Allí en las casas comunales se siente muy fuerte el alma de una aldea.”

Afectadas por las guerras y catástrofes naturales durante cientos de años, las casas comunales  aún están muy presentes en la vida rural de Vietnam. Cuando la población sea más consciente de la protección de los patrimonios, cuando los mismos se conviertan realmente en un mensaje cultural de los ancestros en particular, de la identidad del pueblo vietnamita en general, serán mejor conservados. La historia sobre los restos y la pérdida de las casas comunales de hoy se quedará en la mente de los vietnamitas con recuerdos bonitos y de la responsabilidad con el legado del pasado.