Ferretería de los Nung en Cao Bang

(VOVworld) - Phúc Sen es una comuna de los Nung (una etnia de Vietnam) en la provincia montañosa septentrional de Cao Bang. Al llegar a este lugar los visitantes escuchan los golpes de martillos característicos de un oficio tradicional: la herrería.

Situada en la carretera nacional 3 desde la capital provincial de Cao Bang hasta la puerta fronteriza de Ta Lung, la comarca de Phúc Sen tiene l0 aldeas, entre ellas 6 se dedican a la herrería. Sus productos como cuchillos, tijeras e instrumentos agrícolas son famosos en la región y provincias vecinas desde hace varias generaciones. Generalmente la fragua solo se practica en ciclos de tiempo muerto, sin embargo, debido a que Phúc Sen tiene pocas tierras cultivables, los hornos locales arden casi todo el año. En especial en las cosechas, a los herreros no les da tiempo para satisfacer los pedidos. Nong Luu Luyen, dueño de una herrería en el poblado Thanh Minh dijo: “En esta época recibimos pedidos de muchas provincias. Nos solicitan cuchillos para carnicerías. Si no pueden venir a recogerlos se le enviamos en un transporte”.

Luyen se siente muy orgulloso porque los productos de su tierra natal son mejores en comparación con los de otras localidades. Aunque los modelos no son diversificados los utensilios de Phúc Sen han reafirmado su marca. Vu Dinh Chinh, cliente de la provincia de Bac Kan expresó: “He comprado miles de instrumentos de esta comuna desde 2009. Estos son muy buenos y fáciles de usar. Los agricultores están muy complacidos. También soy fundidor de cobre, aluminio y hierro colado. Los productos de Phúc Sen como cuchillos, hoces y guatacas tienen prestigio y alta calidad, y los usuarios así lo manifiestan”.

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La herrería es el oficio tradicional de los Nung desde hace mil años

Nong Van To propietario de otro horno explicó que con la forma de fraguar el hierro de los Kinh (mayoritarios en la llanura) el mango del cuchillo se forja primero y después la hoja. Sin embargo, los Nung en Phúc Sen lo hacen al revés. Cuando termina la hoja del cuchillo deseado, el artesano empieza a hacer el mango. Para poder aprender la herrería, hay que poseer buena salud y precisión auditiva y visual. En este trabajo se necesitan los cinco sentidos, y en especial la vista. El señor To subrayó: “La herrería fue legada por nuestros antepasados. Quién esté fuera de este oficio no puede diferenciar la calidad de los hierros y solo los herreros pueden distinguirla. El metal templado es bueno si tiene el color del arco iris. Los instrumentos fabricados de acero pueden usarse durante largo tiempo”.

Para fabricar cuchillos y hoces filosos los Nung en Phúc Sen deben buscar los muelles de autos. Después de cortarlos de acuerdo con el tamaño de cada instrumento, se deben fundir y templar antes de cincelarlos. Según los Nung An, lo más importante es el agua para templar. Los lugareños suelen empapar el carbón de madera con agua de cal durante una noche. Por la mañana se depura y usa este líquido para templar metales. Los étnicos en Phúc Sen se muestran muy prudentes en la producción, por ello todos sus cuchillos, hoces y tijeras tienen la misma calidad y se venden fácilmente. Siendo cliente de esta comarca desde hace tiempo el señor Chính tiene una forma de probar la calidad de sus productos muy original: “Practicamos este oficio, por ello usamos las uñas para comprobar productos. Si puede moverse sobre estas, un cuchillo es bueno, y por el contrario, entonces el producto no alcanza las normas requeridas. Lo más importante radica en la laminación y temple de metales”.

Si anteriormente, los clientes acudieron a esta comarca gracias a la fama de sus instrumentos de acero, ahora los herreros locales han realizado la propaganda de marca en distintas localidades. Long Chien, dueño de una ferrería apuntó: “En nuestra comarca varias personas realizan el trabajo de marketing. Esto es muy necesario. Si no lo hacemos los clientes no conocen de las villas dedicadas a este oficio en Phúc Sen y los habitantes en el llano usarían solo sus cuchillos y la venta de su producción solo se limitaría a los pobladores de Cao Bang. En el pasado el consumo de utensilios fue lento, ahora los productos fabricados no pueden satisfacer la demanda del mercado.”

Enorgulleciéndose por el oficio tradicional de Phúc Sen, Chien informó que en el pasado esta comarca fundió también cañones y arcabuces. A través del tiempo los productos de la aldea de la herrería se transformaron para adecuarse con los cambios de la vida. Sin embargo, las palabras que nunca cambiaron, son la calidad y el orgullo del oficio tradicional legado por sus ancestros, remarcó Chien./.

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