Para los Kho Mu, el Tet es la segunda fiesta más importante del año, tras el saludo al arroz nuevo, por ello todo es preparado minuciosamente. Ante todo se debe destilar el aguardiente que se servirá con una cana de pesca. Generalmente cada familia prepara dos jarras de licor fuerte para tomar y brindar a los visitantes. Segundo, el pollo es un alimento indispensable en el año nuevo lunar de esta etnia. Aunque son pobres, todos los hogares se esfuerzan por celebrar una fiesta cómoda.
Hombres etnicos conversando en la concurrente cocina
El recibimiento del Tet de estos étnicos en la comuna de Muong Phan es característico. Según la costumbre, en la noche del 30 de diciembre lunar, después del giao thua (último instante del año viejo e inicio del nuevo), cada familia sacrifica un gallo castrado y observa sus patas para pronosticar lo bueno y lo malo del año nuevo. La persona de mayor edad del hogar se encarga de la adivinación y ruega por un año feliz. La sangre del pollo se ofrenda a los antepasados y después se guarda como objeto precioso. El primer día del año nuevo, el dueño de la casa se unta el muslo con sangre del gallo para exonerarse de riesgos y pedir salud, seguridad y buena suerte para todos los miembros de su familia. Cada vez que un visitante llega a su casa para felicitar, el dueño se pinta una raya sangrienta en el muslo. Mientras más rayas tenga, más fortuna y prosperidad recibirá su hogar.
La felicitación de los Kho Mu es singular. En los días festivos reinan en sus aldeas los cantos alegres y los deseos de buena salud y buena cosecha. La gente quiere decir lo bueno en el año nuevo. El señor Quang Van Muon, secretario del Comité del Partido Comunista del poblado Ten, expresó que aunque su vida cotidiana aún es difícil, los locales saludan muy contentos al Tet, cuando los Kho Mu guardan la más completa abstinencia.“El día 30 de diciembre todas las personas se quedan en su casa. El primero de enero van a felicitar a sus vecinos y parientes. En los días feriados los compatriotas están más unidos, conversan y cantan animadamente, mientras los jóvenes expresan su amor”.
El primer día del año nuevo se consagra a la familia, y los hijos y nietos congratulan a sus abuelos y padres, y luego asisten a la comida fraternal. A partir del día 2, el conjunto artístico y los aldeanos visitan y saludan a cada hogar con sus cantos alborozados.
La señora Lu Thi Nen interpreta una melodía y pide mucha salud y arroz para la familia y la dueña de la casa y esta le invita a brindar.“Parece que todo el cansancio del resto del año desaparece y la gente se concentra para divertirse. Cantamos mucho por la felicidad y la unidad, y no sentimos fatiga alguna”.
Luong Thi Phuong, quien recibió las congratulaciones de los aldeanos, sonríe y valora esta práctica de los Kho Mu. En este momento la gente se mezcla en la música melodiosa, y se olvida del tiempo.“El regocijo de la dueña de la casa es recibir los saludos mediante los cantos de los vecinos. Estos constituyen una fuerza motriz para que los habitantes se dediquen enteramente al trabajo en el año nuevo. La taza de vino alegra a todo el mundo”.
Danzas tradicionales de los etnicos Kho Mu, en la provincia de Dien Bien
Luong Thi Nun, residente local, reveló que las felicitaciones en su villa duran 2 días:“Cantamos hasta quedar sin voz, pero nadie quiere despedirse. Las citas primaverales son más cálidas y cordiales que los encuentros diarios. Además de los tarareos, los aldeanos intercambian sobre la vida”.
Tras concluir el parabién, en los días restantes los compatriotas se reúnen en un amplio terreno para saborear vino, vocalizar y bailar.
Las entonaciones y los sonidos de gongs y batintines animados resuenan en toda la zona rural, tapizada por flores de melocotón. En el frío penetrante del invierno las jóvenes Kho Mu con sus rostros radiantes bailan al compás de la música apasionada.
Los números artísticos y los juegos populares dan más fuerza a los autóctonos para entrar en la nueva siembra. La celebración del año nuevo de los Kho Mu dura hasta el 15 de enero lunar, cuando las familias organizan la ceremonia de despedida a sus antecesores. A partir del día siguiente, la gente empieza a realizar sus trabajos normales con la esperanza de que el año nuevo sea de abundantes cosechas./.