(VOVworld) – El Noroeste de Vietnam atrae mucho a los mochileros, quienes suelen ser jóvenes idealistas, con su afición de recorrer el mundo de un modo independiente, aventurero y a bajo costo. Así tras escaparse de las 4 paredes de la oficina, con mochila a cuestas, estos trotamundos gozan de la majestuosa naturaleza, y comparten con el ritmo de vida y las costumbres de las minorías étnicas que pueblan la región montañosa septentrional. En este espacio, les invitamos a recorrer junto con un grupo de jóvenes vietnamitas esta zona.
Según el fotógrafo Vu Thanh Cong, también administrador de un sitio web de turismo, todos los días, decenas de forums de discusiones son creados por los jóvenes que quieren viajar y escuchar experiencias de los mochileros sobre distintos destinos. Experimentado en este tipo de viaje, Cong nunca vacila en compartir sus conocimientos adquiridos. En el Noroeste, los destinos más predilectos para estos viajeros incluyen la meseta Moc Chau, en la provincia de Son La; la provincia de Lao Cai con Y Ty, Bat Xat, O Quy Ho y el monte Fansipan, o Quan Ba, Dong Van y Meo Vac en la provincia de Ha Giang. Suelen ir en pequeños grupos, de 5 a 10 personas cada uno, y en moto, el medio de transporte más práctico para descubrir los lugares que puedan. Cong y su banda se están preparando para un viaje a Y Ty en la provincia de Lao Cai. Cong ya conoce este destino, pero quiere retornar pues según dijo, cada vez es una nueva experiencia. Viajar es descubrir. Cong expresó: “He ido en dos ocasiones a Y Ty. El camino que conduce a ese lugar es muy sinuoso. Es un poco peligroso en moto, pero nos da mucha emoción. Esta vez, deseo dedicar más tiempo a fotografiar paisajes y gentes de la zona montañosa.”
Los retos y las dificultades en el camino no desaniman
a jóvenes viajeros
Participarán en el viaje bajo la conducción de Cong jóvenes que en su mayoría son empleados de oficina. Thu Trang es uno de ellos. Trabajando en la rama de la moda, Trang no tiene mucho tiempo libre. Sin embargo, se arregla para 3 o 4 desplazamientos cada año con sus amigos. Estas aventuras dan más sentido a su vida, y se siente siempre entusiasmada de superar retos y superarse a sí misma. Durante pocos días de su viaje, de 2 a 3 días solamente, Trang no olvida repartir un poco de ayuda a los locales más desfavorecidos. Lo ejerce de modo voluntario y a su alcance, pero la alegría que le profesan los receptores la hace sentir feliz. “Y Ty es un lugar aislado y poco conocido. Es difícil acceder a esta localidad, cuya población es muy pobre. Por eso me gusta aprovechar mis viajes para ayudarles. Esta vez, les obsequiaremos libros a los niños. Espero que después de esta excursión, tendré nuevas experiencias para compartir con otros mochileros.”
Jóvenes aventureros se fotografían con niños montañosos
Al igual que Trang, Le Phu Loc tiene gran afición a los caminos. Loc trabaja para un banco en Hanoi, pero cada vez que tiene tiempo libre, recorre el país con su mochila a cuestas y junto a su banda. Para ella, el Noroeste siempre es un destino de predilección. Aseguró que si uno descubre esta zona una vez, deseará regresar varias veces. Los parajes de esta región montañosa septentrional, y sus caminos serpenteantes, son como una droga, siempre le deleitan. Loc contó: “En nuestro grupo, hay un amigo procedente de Ciudad Ho Chi Minh. Nos dijo que viajar en moto al Noroeste es muy diferente. Según confesó, los paisajes en el Noroeste son indescriptibles y es increíble subir las colinas y pasos accidentados en moto.”
Para Phan Son Hai, quien compartió por primera vez con el grupo de Phu Loc esta aventura le llevó hasta la cima del monte Fansipan, considerado como el techo del Sudeste de Asia, esta es una gran prueba para un debutante como él. “Nunca realicé un viaje que probara mi capacidad física y mi espíritu de autosuperación. Fue una hermosa experiencia que he vivido. El Noroeste es un destino digno de apreciación. Es en estas rutas que los hombres pueden mostrar su virilidad y naturaleza como género masculino.”
La conquista del monte de Fansipan, de 3.143 metros de
altura, es motivo de alegría para cualquier mochilero
No tan fuertes como los muchachos, las chicas deben prepararse mejor para garantizar la seguridad de este largo viaje en moto, nos dijo Trang. “Una bufanda es indispensable. Pero también las gafas, abrigos, botas y un impermeable. Son necesarios también vituallas y medicamentos. Y además, hay que llevar un transistor si viajas en grupo para garantizar la comunicación con otros miembros.”
Si desean vivir aventuras, y si aún no conocen el monte de Fansipan, ni las colinas de O Quy Ho o Ma Li Peng en la región montañosa septentrional, no esperen la próxima ocasión. Es ahora o nunca!