(VOVworld) – Lai Vung, un distrito de la provincia de Dong Thap, en el sur de Vietnam, es conocido no solamente por su rica cultura y gran potencial turístico, sino también por sus mandarinas especiales llamadas “quýt hồng”.

Situado a diez kilómetros de la ciudad de Sa Dec, entre el Tien y Hau, dos ramificaciones principales del río Mekong en el territorio vietnamita, el distrito de Lai Vung se beneficia de forma natural del agua dulce y grandes depósitos aluviales. Estas son condiciones favorables para el crecimiento de muchos tipos de árboles frutales, en especial el “quýt hồng”. La localidad es considerada como el reino de este cítrico, que en realidad se convirtió en el símbolo del territorio.

Según cuentan los locales, el mandarino apareció en Lai Vung a principios del siglo XX. Al ser sembradas en el lugar, estas plantas dieron frutas grandes, muy jugosas, aromáticas y dulces. Truong Thi Nen, una agricultora local, comentó: “El mandarino “quýt hồng” obtiene su mayor rentabilidad en la tierra de arcilla amarilla, parecida a la grasa de pollo. En Lai Vung, su cultivo se desarrolla solamente en tres comunas: Tan Thanh, Tan Phuoc, Long Hau y una parte de Vinh Thoi. En estas localidades, el mandarino se beneficia de condiciones ideales para crecer y dar sus mejores frutas”.

En estos días, reina una atmósfera alegre en el lugar, ya que Lai Vung está en plena cosecha. Los propietarios de los jardines, agricultores, comerciantes y jornaleros..., todo el mundo se suma a la recolección, clasificación y venta de los cítricos. Los visitantes también pueden participar en estas actividades si así lo desean, o dar una vuelta por el campo y ahí mismo disfrutar de las mandarinas frescas.

Recientemente, las autoridades de Lai Vung seleccionaron algunas casas con plantaciones de esta fruta para desarrollar circuitos de turismo ecológico y de servicios. Los excursionistas pueden relajarse en un ambiente rural verde y fresco, realizar una colección de fotos personal con los mandarinos repletos de frutas, disfrutar de manjares típicos y escuchar melodías bucólicas de “Đờn ca Tài tử”, género musical tradicional de los habitantes del sur.

La temporada de cosecha de los cítricos atrae a muchos fotógrafos que buscan captar en estas plantaciones de frutales los colores de vida de la tierra sureña. Difunden imágenes de las mandarinas maduras y frescas que son transportadas en coche, tren, barco y avión a todo el país en la víspera del Tet, el festejo tradicional del Año Nuevo lunar.

En los últimos años, Lai Vung se ha convertido en un lugar favorito para residentes de Ciudad Ho Chi Minh y las provincias cercanas cada vez que se aproxima el Tet. Entran en sus plantaciones a fin de comprar mandarinas frescas para las bandejas de frutas del Tet de la familia, o alguna planta para embellecer su casa en saludo al nuevo calendario. Pero también según la creencia popular, el mandarino proporciona al dueño venturoso trabajo en el año nuevo. Nguyen Huu Hieu, un gran conocedor de la cultura y tradiciones del sur, dijo lo siguiente: “En principio, el rojo, rosado y amarillo son los colores específicos de las frutas que los vietnamitas exponen en el altar de los antepasados durante la fiesta del Tet, con la aspiración de tener mucha suerte, felicidad y bonanza en el nuevo año. Las mandarinas de la tierra bendecida de Lai Vung son apreciadas porque satisfacen perfectamente esta demanda”.

En los campos de frutales de Lai Vung, el visitante puede sentirse como si estuviera perdido en una tierra de los cuentos de hada, entre los mandarinos cargados de frutas de un color rosado-amarillo brillante, pero también se deleitará experimentando la amabilidad de los pobladores locales.