(VOVworld) - La aldea clásica Phuoc Tich está a unos 40 kilómetros al Norte del centro de la ciudad de Hue, al lado del río O Lau transparente y apacible durante las cuatro estaciones del año. Al entrar en este poblado se percibe un espacio antiguo y tranquilo. El paseo por el camino aldeano construido de ladrillos reportará a los visitantes rara sensación.
El río O Lau en la aldea Phuoc Tich
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Al llegar a Phuoc Tich parece que los viajeros se desvían por un espacio verde de huertos y árboles seculares. En la cabeza del valle hay un caqui de 500 años de edad cuya raíz es tan grande que dos hombres no lo pueden abrazar. El árbol Ylang ylang de más de l00 años de edad todavía florece cuyo aroma se disemina en toda la zona rural. Las ochnas, pinos, plantas de fruta del pan, flacourtia y almendros centenarios son protegidos por los aldeanos como propiedades invalorables. Bui Thi Hai Quyen, empleada de la Compañía de Turismo Que Huong (Tierra Natal) dio a conocer: “Ante todo, los viajeros pueden recorrer la aldea para escuchar el canto de gallo y percibir el olor de leña por la mañana. Esto es raro para ellos. Después, pueden visitar casas antiguas y conocer la vida tranquila de sus habitantes. De tal forma se alejan del bullicio urbano, llegan a hornos de cerámica y prueban manjares típicos preparados por las mujeres locales.”
Una casa antigua Phuoc Tich
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Los excursionistas que acudieron por primera vez a este poblado, se asombraron ante la existencia de decenas de “nha ruong”(casas antiguas con huertos) casi completas, entre ellas 30 tienen más de l00 años de antigüedad y solo el caserío Dinh cuenta con 20 residencias de este tipo. Numerosas aldeas de Hue son famosas por sus viejas construcciones como Kim Long, Nguyet Bieu, Lai The, Ban Mon, Nam Pho Can, Te Xuan y My Loi. Sin embargo, ningún lugar tiene mayor densidad de casas clásicas como Phuoc Tich. Otro rasgo específico de la aldea es que estas están separadas por las cercas rectas de té verde. Le Trong Dien, dueño de una residencia antigua dio a conocer que no solo la arquitectura es original, sino que los huertos también resultan atractivos para los visitantes: “Los habitantes de Phuoc Tich son muy hospitalarios y quieren presentar a todo el mundo lo que no existe en otros poblados. No solo la alfarería, sino que los jardines, plantas y el estilo de vida de sus residentes también son diferentes. Nuestro deseo consiste en hacer propaganda sobre estos.”
Un santuario antiguo al servicio de la vida espiritual de los aldeanos Phuoc Tich
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Al recorrer Phuoc Tich, los turistas también pueden ver a los artesanos presentando la elaboración de productos de cerámica, ya que este oficio artesanal ha sido transmitido de generación en generación. Los aldeanos siempre consideran y conservan huellas de hornos de porcelana antiguos. Disponen una duna de tierra llamada Cayo Treng para guardar fragmentos de cerámica clásicos como Museo Tradicional Aldeano. Luong Thi Be, una de los alfareros de edad avanzada del villorrio, reveló: “Antiguamente, se producían y vendían muy caro distintos objetos. La aldea era rica, se construían numerosas casas y nuestros hijos podían llegar a la escuela. Los pobladores de Phuoc Tich practicaban la alfarería desde los años 40 del siglo pasado cuando era pequeña. En l975 empecé a realizar este trabajo. Los productos se vendían a buen precio. Gracias a esto se edificaban casas antiguas.”
Productos de cerámica de la aldea Phuoc Tich
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Durante su paseo por el poblado, los turistas tienen oportunidad de saborear comidas apetitosas y distintos tipos de pasteles deliciosos hechos por las manos hábiles de las aldeanas. Nguyen Thi Thuy, habitante local, dejó saber que las mujeres de Phuoc Tich establecieron un club de gastronomía al servicio de los visitantes. “Aquí se preparan pescados aderezados, carne de cerdo con pasta de camarón y tortas fritas o hervidas locales. La unión femenina cuenta con 70 personas, de ellas l6 participan en el club culinario. Cuando hay muchos clientes nos dividimos en grupos para servirles. Con la gastronomía podemos darles trabajos a las aldeanas.”
Para cocinar manjares tradicionales del valle, las abuelas aldeanas han transmitido y enseñado a sus hijas y nietas secretos culinarios. Los platos procesados por las mujeres de Phuoc Tich no solo representan la delicadeza de la gastronomía de Hue y dan apetito a los comensales exigentes, sino que recuerdan el espacio de una aldea antigua de la tierra central.