Arduo proceso de negociaciones comerciales entre la UE y el Reino Unido

(VOVWORLD) - El 29 de junio, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido empezaron un nuevo proceso de negociación que durará cinco semanas para abordar el tema de las regulaciones comerciales entre las dos partes después del 31 de diciembre de 2020, cuando Londres suspenderá por completo su membresía de la UE y su Unión Aduanera. Eso se conoce como el período de transición posterior al Brexit. Sin embargo, antes del comienzo de estos diálogos, había indicios de que estos mismos enfrentarían enormes desafíos.
Arduo proceso de negociaciones comerciales entre la UE y el Reino Unido - ảnh 1 La UE y el Reino Unido empiezan el 29 de junio en Bruselas (Bélgica) una nueva ronda de negociaciones (Foto: AFP/VNA)

Dos días antes de la nueva ronda de negociaciones, el 27 de junio, el primer ministro británico, Boris Johnson, declaró que Londres está dispuesto a cortar los lazos con la UE y establecer relaciones “según el formato de Australia” si las dos partes no alcanzan un acuerdo comercial. Canberra actualmente no tiene un pacto comercial integral con la UE, gran parte del comercio bilateral sigue las normas por defecto de la Organización Mundial del Comercio, aunque existen acuerdos específicos para ciertos bienes. Ante la reacción del Reino Unido, el bloque comunitario también ha expresado constantemente una postura muy dura y clara de las conversaciones comerciales con el ex miembro.

La asertividad del Reino Unido

Conforme a un comunicado de la Oficina de Boris Johnson, el premier británico declaró el 27 de junio que “el Reino Unido negociaría constructivamente pero también estaría dispuesto a dejar el período de transición en los términos de Australia si no se llegaba a un acuerdo”. Recuerde, solo unos días después de que Londres abandonó la UE a fines de enero pasado, Johnson enfatizó que un tratado de libre comercio no necesita incluir la aceptación de las normas de la UE sobre política de competencia, subsidios sociales y protección del medio ambiente, o cualquier cosa similar y advirtió que el Reino Unido podría elegir un pacto similar al que el bloque mantiene con Canadá y Australia, es decir, permitiendo el comercio pero sin que el país tenga que seguir las normas comunitarias.

El 25 de junio, el jefe negociador británico sobre el Brexit, David Frost, también afirmó que Londres no estará de acuerdo con ninguna propuesta de la UE que le dé al bloque el derecho de responder con aranceles a los cambios en la legislación británica después de su abandono. En su cuenta de Twitter, Frost dijo que el Reino Unido no puede “dejar la puerta abierta a un riesgo económico tan imprevisible”. Con antelación, el 12 de junio, Londres expresó su postura muy asertiva en el tema de las negociaciones, cuando informó oficialmente a la UE que no buscaría prorrogar el período de transición. Eso va en contra de algunas opiniones de que el Reino Unido podría ofrecer una extensión de uno a dos años del período de transición para lograr mejores resultados en las conversaciones con Bruselas. Al explicar el movimiento del Reino Unido, los analistas dijeron que Londres descubrió que incluso con la prórroga del período de transición sería difícil cambiar la posición del bloque.

La dura postura de la UE

De hecho, el mismo día en que el primer ministro británico hizo su declaración, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que el Reino Unido deberá “aceptar las consecuencias” de una relación pos-Brexit más débil con la UE. Es importante tener en cuenta que Alemania asumirá la presidencia rotativa del bloque a partir del 1 de julio.

Anteriormente, el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, acusó a Londres de no respetar los términos del acuerdo de “divorcio”, después de que las dos partes concluyeron su cuarta ronda de negociaciones el día 5 pasado sin lograr ningún avance significativo, porque aún tienen profundos desacuerdos en cuatro temas principales: la pesca, la garantía de la igualdad para las empresas, los derechos básicos en la justicia penal y la gestión de las relaciones en el futuro.

Según los analistas, el riesgo de que las negociaciones en curso se encuentren sin salida como las previas es muy alto, porque quedan muchos problemas difíciles de resolver, mientras que ambas partes no han expresado ninguna intención de hacer concesiones. Es muy probable que no se pueda alcanzar un pacto en el plazo acordado y, en este caso, se dice que el Reino Unido es la parte que sufriría el mayor daño. Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) evaluó que los mercados de comercio y empleo de ese país estarían en peligro si no se alcanza un consenso sobre las relaciones comerciales para fines de 2020, o si no se puede extender el período de transición. No hace mucho, el organismo pronosticó que la economía británica, cuyo sector de servicios se ve afectado gravemente por el distanciamiento social causado por la pandemia de covid-19, caería un 11,5% en este año.

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