Aspiraciones en la nueva primavera

El primer día del Año Nuevo es una buena ocasión para revisar los trabajos realizados durante el año pasado. A la llegada de la primavera, cada vietnamita, además de los deseos de buena salud, prosperidad y felicidad para sí mismo y para su familia, formula votos por un futuro mejor para el país.

Tras un 2011 agitado y frente a un 2012 lleno de dificultades y retos, el pueblo vietnamita saluda el Año Nuevo Lunar con mucho entusiasmo y esperanza. Según el periodista Vu Cong Lap, en el año entrante no se registrarán tantas alteraciones como en 2011, pero las dificultades de la economía mundial ejercerán no pocas influencias en la nacional. Los retos superados el año pasado constituyen una lección preciada para que el país recupere su fuerza y enfrente sus nuevos desafíos en 2012. “Los cambios se producen todos los años. Como vivimos en un mundo globalizado, debemos saber adaptarnos a todos los contextos y mejorar las condiciones para el país. Al echar una mirada retrospectiva al año pasado, confiamos en que podremos superar las dificultades y tendremos suficientes fuerzas para enfrentar y vencer cualquier reto. Espero que nuestro país pueda salir de los apuros, y de ahí, resolver otros problemas de la vida social, como el alza de los precios. Confío mucho en las buenas perspectivas de Vietnam en 2012.”

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Para el profesor e historiador Nguyen Quang Ngoc, de la Universidad nacional de Hanoi, el Año Nuevo es también para continuar los trabajos incumplidos durante el viejo. Su mayor deseo en 2012 es completar el programa de investigación general que él y varios colegas realizan para reunir la documentación que demuestra la soberanía vietnamita sobre los archipiélagos de Hoang Sa (Paracelsos) y Truong Sa (Spratly). Será el más completo archivo jurídico sobre la región, y permitirá convertir las aguas nacionales en un importante espacio de desarrollo económico del país. El profesor dijo: “En su programa de trabajo, el Parlamento de la décima tercera legislatura prevé aprobar la ley del Mar, un acontecimiento esperado por todo el pueblo. Esperamos tener una ley completa para proteger nuestra soberanía, explotar y poner al máximo todas las potencialidades de nuestras aguas al servicio de la construcción y el desarrollo del país.”

Desarrollar la economía agrícola, elevar la vida material y espiritual de los campesinos para disminuir la brecha entre ricos y pobres, entre las ciudades y las zonas rurales en pos de un crecimiento equitativo, es también objetivo del Gobierno vietnamita en 2012 y el deseo de millones de agricultores del país, que aspiran a disfrutar de un año favorable con abundantes cosechas. También desean que el programa desplegado por el Partido y el Estado para construir un nuevo campo avance en la transformación de la fisionomía rural y ayude al campesinado a enriquecerse con el fruto de su trabajo y de su propia tierra.

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En la nueva primavera, todos los vietnamitas, especialmente los residentes en ultramar, regresan a la Patria con el deseo de que progrese y mantenga su soberanía nacional. Para los soldados que vigilan día y noche la integridad territorial en las zonas marítimas e insulares, los cálidos sentimientos de tierra firme son un estímulo para cumplir su misión. El joven combatiente Nguyen Trung Giang, en el archipiélago de Truong Sa, compartió: “Me consagro en estas islas para defender los sagrados territorios de la Patria. Estoy orgulloso de contribuir con mi juventud a la protección de la plataforma continental, los espacios aéreos y las aguas del país. Aunque nos invade la nostalgia del Tet en casa, mis compañeros y yo mantenemos las armas listas para estar a la altura de la tradición del Ejército Popular en la defensa nacional.”

El año nuevo da inicio a un nuevo itinerario. Los vietnamitas despiden el Año del gato y saludan al Dragón con muchas expectativas. En su subconsciente, el dragón simboliza el progreso, ligado con la imagen de la “carpa convertida en dragón tras pasar la puerta de las pruebas”. El pueblo vietnamita, conocido por su tradición de apoyarse en sus propias fuerzas y el orgullo nacional, se dirige a la nueva primavera, con la aspiración común de un mejor futuro, y como dice el historiador Duong Trung Quoc, lo que ayuda a la gente a soportar la frialdad del invierno es la esperanza en el futuro. Los vietnamitas están decididos a continuar manteniendo la estabilidad política, poniendo en alto sus fuerzas internas y aprovechándose de sus ventajas para crear un paso de apertura y llevar al país a una nueva fase de progreso./.

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