China, Japón y Corea del Sur: poner a un lado diferendos, promover cooperación

(VOVworld) - Autoridades de comercio de China, Corea del Sur y Japón se reúnen hoy en la ciudad de Qingdao, en el norte de China, para continuar las conversaciones sobre un Tratado tripartito de Libre Comercio (TLC). Sin dejar que influyan las actuales tensiones diplomáticas entre los 3 países por disputas territoriales, las negociaciones comerciales siguen su curso, debido a los grandes beneficios que les traerá ese futuro acuerdo a cada país, según estimaron analistas. 

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La ciudad marítima de Qingdao, sede de la nueva ronda de negociaciones
sobre un TLC entre China, Corea del Sur y Japón


Según informaciones difundidas en la página web de la Radio KBS de Corea del Sur, en este encuentro, las partes abordarán los tópicos iniciales, tales como los principios fundamentales del acuerdo trilateral, el ámbito de regulación de los sectores económicos, así como los trámites y la ejecución de los compromisos logrados previamente, en especial los que surgieron de la primera ronda de negociaciones sobre el TLC en Japón en  junio pasado cuando acordaron iniciar las conversaciones importantes antes del cierre de este año.

En realidad, esta no es la primera vez que se pone el TLC en la mesa de negociaciones. Desde que  en 2002  Pekín propuso la iniciativa de crear una área de libre comercio, los tres países decidieron emprender conversaciones al respecto para promover sus negocios y el comercio. De hecho, en una década, su intercambio comercial se ha multiplicado por 5 y superó los 690 mil millones de dólares. China se convirtió en el principal socio comercial de Japón y Corea del Sur, mientras estos dos países ocupan las respectivas posiciones 4 y 6, entre las contrapartes de importancia para China. En 2011, el intercambio comercial China- Japón alcanzó los 340 mil millones de dólares, o sea un aumento del 22% en relación con 2010. En tanto, el trasiego de mercancías entre China y Corea del Sur llegó a 250 mil millones de dólares y se prevé que ascienda a 300 mil millones de dólares en 2015.

Además de las enormes oportunidades económicas que promete el TLC, cada país tiene sus propios cálculos sobre los intereses estratégicos. Durante un tiempo, Pekín no apostaba por el FTA con Seúl y Tokio, pero luego de la formación de la zona de libre comercio entre Corea del Sur y EEUU, y el ingreso de Japón en el Tratado de Asociación Económica Transpacífica (TPP) promovido  por Washington, China cambió de posición para no quedar aislada en Asia- Pacífico y en especial en el Este de Asia. La formación de un área de libre comercio solidificará el papel de Pekín para un mayor control de la región. Por otro lado, con su poder económico y con un presumible TLC tripartito pactado, China espera que el acuerdo le sierva  para mantener su supremacía económica en el Este de Asia, en especial la dependencia de Japón y Corea del Sur respecto a su gigante mercado. En cuanto a Japón, el TLC le ayudará a promover sus exportaciones en China, y al mismo tiempo se apoya en el mismo tratado para contener al gigante asiático. Por su parte, Corea del Sur, la cuarta economía de Asia, no podrá cruzar los brazos ante la formación de la zona de libre comerco China- Japón y la exclusión de sus mercancías de esos dos  potenciales mercados .

No obstante,  y  pese a los grandes beneficios que pueda traer un TLC trilateral, el proceso de negociación entre las partes encara enormes obstáculos debido a  los diferendos políticos, diplomáticos, militares y de intereses estratégicos. Esto impide que China, Japón y Corea del Sur encuentren una voz común como ha ocurrido durante los últimos 10 años. Sin embargo, en el contexto de la crisis de la deuda pública en Europa que se agrava cada día y el estancamiento de la economía estadounidense, Asia- Pacífico se ha convertido en una zona dinámica de todo el mundo,  lo que se traduce en una nueva visión más positiva de los tres países. Por lo tanto, el hecho de poner a un lado las tensiones por disputas territoriales y se sienten en la mesa de negociaciones en busca de un camino más favorable a los diálogos comerciales, es calificado por analistas como una actitud apropiada y conforme a la actual tendencia.

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El presidente surcoreano Lee Myungbak, el primer ministro chino,
Wen Jiabao y su homólogo japonés, Yoshihiko Noda,
en el encuentro en Beijing en mayo pasado


Para prepararse con vista al encuentro en Qingdao, en junio de 2012, autoridades comerciales de los tres países se reunieron en Tokio, capital de Japón para entablar las primeras conversaciones sobre el TLC. Un mes antes, los ministros de comercio de Corea del Sur, Japón y China efectuaron un encuentro en Pekín donde acordaron activar las negociaciones importantes antes del fin de este año. En la quinta Conferencia de alto nivel celebrada a mediados de mayo en la capital china, los 3 países emitieron una Declaración conjunta sobre el reforzamiento de las relaciones trilaterales de cooperación integral hacia el futuro. Sus altos dirigentes ratificaron la voluntad de impulsar la colaboración, propiciando un ambiente de competencia para el comercio y la inversión. El 20 de agosto, en el umbral del encuentro de hoy, para aplacar las tenciones surgidas en las relaciones China- Japón en torno a la soberanía del archipiélago de Sensaku, llamado por los chinos Diaoyu, el jefe del despacho del Gabinete nipón, Osamu Fujimura indicó que ambas naciones abogaban porque las diputas territoriales no influyan en los vínculos bilaterales. Afirmó además que los nexos con China representan la asociación más importante de Japón e imprescindible para la estabilidad y la prosperidad de Asia- Pacífico, y que Tokio desea continuar profundizando esas relaciones en beneficios mutuos.

Un TLC trilateral abre muy buenas perspectivas de desarrollo para los tres países. El éxito de las negociaciones de estos 3 países que figuran en el Top 10 de la economía mundial en la actualidad generará una potente fuerza impulsora del crecimiento de cada uno. Además, constituirá un factor positivo para garantizar la estabilidad económica en la región en particular y disminuir las  presiones derivadas de la actual crisis económica global.

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