(VOVWORLD) - La pandemia de Covid-19, con su rápida propagación y complicada evolución, han golpeado a casi todo el mundo, obligando a muchos países a desplegar medidas serias de respuesta, incluyendo la inusual modificación de la política exterior.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, declaró el 16 de marzo el cierre de sus fronteras a todos los vehículos con pasajeros, excepto ciudadanos húngaros. (Foto: AFP/VNA)
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Hasta el momento, la enfermedad respiratoria aguda causada por el nuevo coronavirus se ha expandido a más de 180 naciones y territorios, con un saldo de cerca de 247 mil casos de infectados y más de 10 mil muertos. Italia, Irán y España son los países más castigados ahora con altas tasas de mortalidad, además de China, el punto de origen del nuevo tipo de coronavirus. El brote epidémico ha impactado en gran medida en casi todos los sectores y las actividades económicas, culturales, deportivas, turísticas y exteriores de numerosos países. Para enfrentarse al Covid-19, se han adoptado medidas muy drásticas, como la prohibición de encuentros multitudinarios, el confinamiento de zonas residenciales, la suspensión permanente de actividades culturales, deportivas y turísticas, e igualmente el cierre de escuelas. En el plano externo, varios países implementan medidas rigurosas sin precedentes, a mencionar el bloqueo de fronteras, la pausa de la migración, la prohibición de vuelo, restricciones de entradas y la limitación de la exportación de mascarillas, dispositivos y materiales sanitarios.
Cierre parcial o total de fronteras
Cerrar los pasos fronterizos es uno de los reajustes de política exterior más categóricos que aplican decenas de países por estos momentos. La Unión Europea decidió bloquear durante 30 días desde el 17 de marzo las fronteras de sus 26 miembros, excepto Irlanda, así como de los cuatro países no pertenecientes al bloque en la zona de fronteras abiertas de Schengen, y la medida será vigente. El Viejo Continente es actualmente el epicentro de la pandemia con miles contagios nuevos cada día.
Miden la temperatura corporal de los ciudadanos que regresan de Estados Unidos en el aeropuerto internacional de Incheon, Corea del Sur. (Foto: Yonhap/VNA)
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En el mismo momento, Estados Unidos y Canadá acordaron cerrar las fronteras compartidas para contener el Covid-19. Después de Ottawa, Washington prohibió las entradas en el territorio nacional. Con antelación, Rusia decidió bloquear sus fronteras y cancelar los ingresos de los extranjeros desde las cero horas del 17 de marzo hasta el 1 de mayo.
El Gobierno de Australia también pondrá en práctica la misma medida de precaución desde la noche de este viernes, al igual que hizo Taiwán (de China) a partir del jueves.
Argentina, Chile y Guatemala, en Latinoamérica, así como Túnez y Sudán, en África, entre muchos otros países, no se excluyen del grupo de los autoconfinados, mientras varias naciones aplican el cierre parcial de sus fronteras. Tales decisiones se tomaron después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara el Covid-19 como pandemia, el pasado 13 de marzo.
Sin vuelos, ni exportación de materiales sanitarios
Entre tanto, comenzaron a restringir los vuelos, y una de las prohibiciones más polémicas fue la decretada por el presidente estadounidense, Donald Trump, a los vuelos desde Europa. El día 11 de este mes, el inquilino de la Casa Blanca declaró cesar todos los vuelos del Viejo Continente a su país por 30 días, a fin de evitar los contagios del Covid-19. Esta acción fue criticada enérgicamente por las naciones europeas conocidas como grandes aliados de Estados Unidos.
Sin embargo, la medida también fue aplicada por otras decenas de países, de modo total o parcial, especialmente durante los momentos más críticos del brote epidémico en Wuhan (China) y Daegu (Corea del Sur).
Por otra parte, en varias naciones se realizan acciones menos drásticas, pero que reflejan cambios notables en su política exterior, como por ejemplo las restricciones de entradas desde el extranjero. La aplicada por Japón a los ciudadanos surcoreanos llama especial atención de la opinión pública, puesto que deteriora aún más las relaciones bilaterales, de por sí muy tensas. Datos muestran que un centenar de países cambiaron su política de migración, lo que evidencia su interés de protegerse de la pandemia, considerada un “enemigo de la humanidad”.
Por otro lado, muchas naciones optaron por limitar la exportación de mascarillas médicas, así como equipos y materiales sanitarios, para centrar todos los recursos en la batalla contra el Covid-19, restando importancia a los intereses económicos y quizás, el prestigio nacional en las relaciones internacionales.
De acuerdo con analistas, son necesarias las medidas antes mencionadas para contener la pandemia, pero al mismo tiempo, causan problemas en la cooperación global, que es la clave para lograr esa meta común.