(VOVworld) – Tailandia se ha visto de nuevo en los últimos días conturbado por manifestaciones tanto de partidarios como de opositores que generan inestabilidad. A la ciudadanía le preocupa un potencial derramamiento de sangre similar al del año 2010 que cobró la vida de más de 90 civiles, y se pregunta si la primer ministra Yingluck Sinawatra, con su política de moderación y el alto prestigio alcanzado en los dos primeros años de gobernante, podrá manejar la situación.
El 26 de noviembre, el gobierno de la premier Yingluck Sinawatra se enfrentó a un voto de confianza, con interpelaciones por parte de 20 diputados opositores. Este hecho, junto con un pedido de que dimita junto a otros miembros de su equipo, aumenta la presión sobre la jefa gubernamental tailandesa.
La primer ministra de Tailandia, Yingluck Sinawatra
Causa de polarización política tailandesa
La inestabilidad que vive Tailandia tomó cuerpo después de que el gobierno de Yingluck Sinawatra intentara la aprobación de un proyecto de ley de Amnistía. Según sus oponentes, de pasar la propuesta favorecerá el regreso al país del ex primer ministro, Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck, auto exiliado desde 2008 para escapar a una sentencia de dos años de prisión por corrupción. Aunque el borrador de ley fue rechazado por el Senado, estallaron las protestas en el país.
Puede decirse que lo concerniente al ex primer ministro Thaksin sigue siendo un asunto políticamente sensible en Tailandia, capaz de polarizar las posiciones políticas y desatar enfrentamientos. Durante su mandato, Thaksin Sinawatra consiguió la adhesión de millones de pobres, gracias al programa social que enarboló pero sin obtener el respaldo del Rey, las fuerzas armadas y la clase media del país.
Por esta razón, en los años pasados, se han registrado constantes protestas entre los llamados “camisas rojas” (simpatizantes de Thaksin) y los “camisas amarrillas” (oponentes del ex premier), las que no sólo afectaron al sistema político, la economía y la vida de los pobladores del Reino de Tailandia, sino que siguen siendo un factor de trastorno para el actual gobierno de Yingluck.
Policías antimotines confrontan a manifestantes durante
una protesta antigobernamental en Bangkok
¿Repetición del guión de 2010?
En las protestas en curso contra el Ejecutivo se constata el papel importante que desempeña el opositor Partido Demócrata. Aunque por el momento se han efectuado no en paz y sin incidentes, no se disipa en la ciudadanía el temor de una repetición de lo ocurrido en el 2010, cuando murieron más de 90 personas al escalar las tensiones entre las partes en pugna.
Preocupada por la situación, la primer ministra Yingluck, por un lado, llamó la calma a los manifestantes y afirmó la disposición del gobierno al diálogo para resolver las diferencias y evitar la violencia, y por otro lado, invocó la Ley de Seguridad Interna que autorizará a las autoridades a actuar contra las amenazas a la seguridad y el orden en el país.
Desafío para gobierno de Yingluck Sinawatra
Expertos y analistas coinciden en advertir que el gobierno de Yingluck podría derrumbarse a falta de soluciones sabias. Sin embargo, otros factores pueden ayudar a la premier a sacar el país de la crisis política, en especial los logros de los últimos 2 años de su mandato. Ya en 2012, Yingluck Sinawatra superó una moción de confianza relacionada con la corrupción, contando con el apoyo del mayoritario Partido gubernamental Pheu en la Cámara Baja de Tailandia.