El satélite norcoreano Kwangmyongsong-3 calienta el clima político mundial

(VOVworld) - Se está aproximando el momento previsto para el lanzamiento del satélite norcoreano de observación terrestre Kwangmyongsong-3 (Estrella brillante). A ello suman las crecientes reacciones de algunas naciones, incluidas Japón, Surcorea y EEUU, pese a la afirmación de Pyongyang sobre la finalidad pacífica del disparo en conmemoración del centenario del natalicio del líder Kim Sung Il. No se sabe qué temperatura puede producir el lanzamiento de dicho satélite en el ámbito mecánico, pero este comenzó a calentar el clima político mundial.

El satélite norcoreano Kwangmyongsong-3 calienta el clima político mundial - ảnh 1
El cohete Unha-3, portador del satélite Kwangmyongsong-3
para ponerlo en órbita


Según las autoridades de la República Popular Democrática de Corea, el satélite Kwangmyongsong-3 será puesto en órbita este mes por medio del cohete Unha-3. Este satélite, de 91 toneladas, será lanzado desde una rampa ubicada en el norte del país y se dirigirá al sur. Según los pronósticos, en su primera fase separará y botará la pieza que contiene combustible en el Mar Amarrillo en una zona a unos 160 kilómetros de la península Byeonsan de Corea del Sur, y luego el segundo paso será realizado en un área cerca de la isla filipina de Luzón. En teoría, el cohete impulsor Unha-3 está dotado de un sistema de auto-destrucción en caso de desvío, por lo cual no afectará a otros países en la región. Pyongyang aseveró que este es un satélite con fines pacíficos, para fomentar el desarrollo científico- técnico del país y que el lanzamiento está planificado desde hace tiempo. También aseguró que todo este proceso garantizará la legitimidad y la transparencia. Para evidenciar el carácter civil de este acontecimiento, Corea democrática autorizó a decenas de reporteros extranjeros acceder al Centro espacial Tongchang-ri, donde se efectuará el disparo de dicho satélite. Esta es la primera vez que Pyongyang permite el acceso de la prensa internacional a este centro. Corea del Sur también invitó a varios órganos de investigación cosmológica de varios países a observar la colocación en órbita de su satélite.

El satélite norcoreano Kwangmyongsong-3 calienta el clima político mundial - ảnh 2
Pyongyang invita a periodistas y expertos extranjeros a observar el evento

Sin embargo, desafiando las explicaciones y la buena voluntad de la República Popular Democrática de Corea, varios países expresaron su preocupación por este plan, entre ellos, EEUU, Japón y Corea del Sur quienes son los primeros proponentes. Justificaron que se trata en realidad de un ensayo de misil balístico de largo alcance, lo cual viola una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. En una actitud de respuesta a la declaración norcoreana sobre el lanzamiento de Kwangmyongsong-3, la secretaria norteamericana de estado, Hillary Clinton, manifestó que esta es muestra de una alta provocación norcoreana, y al mismo tiempo llamó a Pyongyang a cumplir con seriedad la resolución del Consejo de Seguridad relativa a la prohibición de disparos de misiles. La jefa de la diplomacia estadounidense alegó que el programa norcoreano amenazará la seguridad de la región. EEUU decidió suspender el plan de asistencia humanitaria comprometida en el mes de febrero pasado con Corea del Norte, cancelando el suministro de 240 mil toneladas de alimentos al país peninsular. En una actitud nueva, el 9 de abril, Washington informó que estimula las presiones de China para que Pyongyang anule su plan. Compartiendo el mismo criterio de EEUU, Seúl considera este lanzamiento de satélite como una acción norcoreana para desarrollar los medios de largo alcance posiblemente con ojivas nucleares que utilizan la tecnología balística. Por su parte, Japón mantiene su posición de que cualquier lanzamiento de cohete de Norcorea, con o sin satélite, que empleen la tecnología balística, viola la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU al respecto.

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Norcorea defiende su derecho afirmando el carácter civil del plan
de lanzamiento de su satélite


Además de sus reacciones verbales, los ejércitos de Japón, Corea del Sur y EEUU comenzaron el reforzamiento y el despliegue de armas modernas en el Este de Asia, mientras no exista ninguna señal del abandono de Pyongyang de su plan. En Tokio, las baterías de cohetes han sido desplegadas, más el arribo de 3 destructores Aegis equipados de misiles interceptores SM-3 al Mar Amarrillo. Estas unidades militares están dispuestas a derribar el cohete norcoreano si se desvía y cae en el territorio nipón. Para apoyar la detección, la supervisión y el ataque contra el cohete de Pyongyang, EEUU envió desde Hawai su sistema avanzado de radares móviles SBX-1. El buque Aegis de la Armada estadounidense también partió de su base.

Ante las crecientes presiones de Japón, Corea del Sur y EEUU, Pyongyang advirtió que la eventual intercepción contra el lanzamiento de su satélite será una acción de guerra, a la cual responderá con un ataque destructivo.

Cuanto más se acerca el planeado lanzamiento de Kwangmyongsong-3 (de 12 a 16 de abril), tanto más aumentan las tensiones entre las partes. Aunque según analistas, es menor la posibilidad de un gran conflicto derivado, la actual tendencia de evolución del tema podrá dañar los esfuerzos hechos en los últimos momentos por las partes involucradas en busca de una solución pacífica a la península coreana./.  

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